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Grupo de Curas en Opción por los Pobres: “Justicia y derecho es lo que siguen esperando muchos familiares de víctimas del golpe de 1976”

Por Redacción

El Grupo de Curas en Opción por los Pobres, emitió un documento, este martes en vísperas del 24 de Marzo. Bajo el título Memoria, Verdad y Justicia / 45 años 1976 – 24 de Marzo – 2021, los sacerdotes expresaron su sentir ante una fecha tan cara para los pobres de nuestro país. A continuación AGN Prensa Sindical reproduce el texto completo.

“Derecho y Justicia son el fundamento de tu trono” (Sal 89,14)

Cuando el Antiguo Testamento habla de cómo Dios quiere reinar en medio de su pueblo, recurre a una imagen simbólica muy fuerte: su trono estará fundado sobre el derecho y la justicia. Es decir, la señal de que el pueblo vive de acuerdo al proyecto de Dios es que los pobres, los más débiles y necesitados son atendidos en sus derechos y en la dignidad de sus vidas. Dios toma partido por la vida de los pobres, no es imparcial. El Dios de Israel toma partido por las víctimas.

A los jueces se los advierte para que eviten la corrupción en el juicio y los favoritismos: no se han de recibir regalos, pues pervierten las causas justas (Ex 23,8); no se ha de torcer el derecho del pobre en el pleito (Ex 23,6) ni quitar la vida del inocente, absolviendo al malvado (Ex 23,7); la injusticia no se justifica ni por favorecer al pobre ni por temor del poderoso (Lev 19,15); el juez ha de ser recto y no dejarse conducir por la mayoría a la injusticia (Ex 23,2).

Esta clara opción del Dios de Israel es la que asume Jesús en su amor predilecto por los pobres. Es la que queremos militar los que creemos en el Dios de la Vida.

A 45 años del último golpe cívico-eclesiástico-militar este horizonte nos sigue guiando. En la actual emergencia sanitaria y económica, ¿son los pobres los principales destinatarios de nuestros esfuerzos por mayor justicia, por una mayor ampliación de sus derechos tantas veces postergados?

Desde aquella interrupción del orden democrático y a pesar de varias décadas de gobiernos constitucionales la desigualdad económica y social ha avanzado en nuestra Patria, la concentración económica no ha cesado de agudizarse, la multitud de pobres es cada vez mayor. Los poderes facticos, amparados en un oscuro maridaje con un poder judicial corrupto y unos medios de comunicación hegemónicos, jaquean al gobierno elegido por el pueblo y sus iniciativas por una mayor justicia social.

Son muchas las deudas pendientes para que en nuestra dolorida Patria podamos vivir de la manera justa, solidaria y fraterna que da sentido a la misma palabra “patria”-

Se hace larga la espera para quienes no tienen Tierra, Techo o Trabajo. Programas y proyectos no pueden diseñarse solo en escritorios sin experimentar la urgencia de los pobres de esta bendita tierra.

La Madre Tierra no puede seguir siendo expoliada por los intereses meramente económicos de unos pocos. Los pueblos se resisten a ser envenenados junto a sus tierras y al agua que las fecunda; claman por justicia ante el uso de agrotóxicos y ante los avances de la “megaminería” que no reconoce límites.

Justicia y derecho esperan quienes son discriminados o discriminadas por su condición sexual, por su origen étnico, por su condición social; las mujeres que siguen siendo víctimas de la violencia patriarcal que seguimos sosteniendo; o los presos y presas políticos. Demoras, tramites en un lenguaje incomprensible, abogados ventajeros, jueces y juezas preocupadas por satisfacer a los poderosos y jugar en la cancha de la política, la misma lejanía geográfica de los tribunales son algunas de las experiencias que los pobres tienen de la Justicia.

Es urgente una reforma del Poder Judicial que garantice a todos y todas, sobre todo a quienes viven en condiciones de máxima vulnerabilidad, el acceso a una justicia que hasta ahora los ha relegado al último lugar. Porque solo una justicia independiente y proba puede ser garante de la vida democrática.

Y, no podemos olvidarlo en esta fecha, justicia y derecho es lo que siguen esperando muchos familiares de víctimas del golpe de 1976. Es una deuda de toda la sociedad para con quienes fueron fundamentales para consolidar nuestra democracia.

Justicia y derecho para que reine Dios entre nosotros, Padre y Madre de todos y todas. Justicia y derecho para que su proyecto de fraternidad y sororidad sea una realidad. Justicia y derecho para que reinen el amor y la igualdad en nuestra Patria.

Seguimos siendo hombres de esperanza y decimos con el Salmo 85, que seguramente rezaría Jesús: “El Amor y la Verdad se encontraran, la Justicia y la Paz se abrazaran; la Verdad brotara de la tierra y la Justicia mirara desde el cielo. El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia ira delante de él, y la
Paz, sobre la huella de sus pasos”.

 

23/3/2021

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