Por Redacción
Philippe Lazzarini, comisionado general de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), denunció este jueves que uno de cada cinco niños en la ciudad de Gaza sufre desnutrición severa. Afirmó que “las personas en Gaza no están vivas ni muertas, son cadáveres andantes”, al transmitir el mensaje de un trabajador testigo de la tragedia.
El máximo responsable de la UNRWA remarcó que la mayoría de los niños atendidos aparece débil y demacrada, expuesta a morir sin tratamiento urgente. Según Lazzarini: “La crisis cada vez más grave afecta a todos”, incluidos los trabajadores que sostienen la asistencia. Declaró que “cada vez se desmayan más de hambre mientras trabajan”, por lo que toda la estructura humanitaria se encuentra bajo amenaza.
Lazzarini describió el colapso de las familias: “Los padres tienen demasiada hambre para cuidar de sus hijos”. En esa línea aseguró que “las familias ya no pueden más, se están desmoronando, incapaces de sobrevivir. Su existencia está amenazada”. Reiteró su pedido para que las autoridades permitan que los socios humanitarios ingresen sin restricciones. Recordó que “tienen el equivalente a 6.000 camiones cargados de alimentos y suministros médicos en Jordania y Egipto, listos para entrar”.
Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud, exigió “pleno acceso” para entregar ayuda, la liberación de todos los rehenes, un alto el fuego inmediato y una solución política. Puntualizó que “la paz es la mejor medicina”.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advirtió que más de un millón de niños carga con los efectos de la hambruna. Detalló que la desnutrición aguda grave pasó de 2,4% en febrero a 9% en julio. En la ciudad de Gaza, la cifra subió hasta 16%. La dependencia alertó: “Los que sobreviven se enfrentan a graves riesgos que alteran su vida, como el retraso del crecimiento cognitivo y físico”.
OCHA registró bombardeos “intensos” por aire, tierra y mar durante la última semana en toda la Franja. El 20 de julio, el Ejército israelí emitió una orden de desplazamiento para el oeste de Deir al Balah y prohibió el retorno de la población al norte de Gaza, declarada zona de combate activo. Grupos armados palestinos dispararon cohetes hacia Israel y protagonizaron choques con tropas israelíes.
El Ministerio de Sanidad de Gaza informó que entre el 16 y el 23 de julio murieron 646 palestinos y 3.438 resultaron heridos. Desde el 7 de octubre de 2023, las víctimas mortales suman al menos 59.219 y los heridos alcanzaron los 143.045. Nueve familias denunciaron la desaparición de sus hijos tras buscar alimentos en puntos de distribución controlados por militares. El Ejército israelí admitió haber detenido a cinco adolescentes de entre 15 y 17 años y negó acceso a abogados a cuatro de ellos. La suerte de otros cuatro jóvenes se mantiene sin respuesta.