Por Redacción
La Comisión de Investigación Independiente de la ONU sobre el Territorio Palestino Ocupado difundió este martes un informe en el que acusó a Israel de intentar consolidar el dominio permanente de la Franja de Gaza y asegurar una mayoría judía tanto en los territorios palestinos ocupados como en su propio país. El documento, elaborado tras meses de trabajo sobre políticas de tierra y vivienda en Gaza, Cisjordania, Jerusalén Oriental e Israel, afirmó: “La intención es clara y sostenida”.
La presidenta de la Comisión, Navi Pillay, sostuvo: “Israel no solo quiere dominar Gaza, sino garantizar que los palestinos nunca puedan ejercer su derecho a la autodeterminación”. De acuerdo con el informe, las fuerzas israelíes destruyeron infraestructura civil esencial, provocaron desplazamientos masivos y extendieron su control militar a un 75% del territorio gazatí, con el fin de “crear condiciones de vida que lleven a la destrucción total o parcial de la población palestina”.
Pillay aseveró que “la confiscación de tierras en Gaza, disfrazada de estrategia de seguridad, no ha traído más seguridad. Solo ha aumentado el sufrimiento palestino y su incapacidad para sobrevivir, incluso para producir alimentos”.
La investigación concluyó que en Cisjordania desde octubre de 2023 el gobierno israelí intensificó el desplazamiento forzado de palestinos y la expansión de asentamientos ilegales con el objetivo de anexar todo el territorio y bloquear la creación de un Estado palestino. La Comisión documentó operaciones militares en campamentos como Jenin, Tulkarem y Nur Shams, donde viviendas fueron demolidas como “castigo colectivo”, práctica prohibida por el derecho internacional.
Pillay subrayó la gravedad de las palabras del ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, quien expresó su intención de anexar el 82% de Cisjordania, y del avance del proyecto de expansión del asentamiento E1, respaldado por Netanyahu. Sostuvo que “estos planes no son ocultos. Son proclamados con orgullo. Confirman lo que venimos documentando: una política sistemática de despojo territorial y limpieza étnica”.
El informe expuso que dentro del propio Israel se aplican políticas discriminatorias contra los palestinos con ciudadanía israelí, como trabas para ampliar sus localidades y obstáculos para integrarse en zonas judías. Indicó que, aunque algunas leyes son abiertamente discriminatorias, otras generan una segregación estructural consolidada durante décadas.
En este marco, se identificó a seis ministros israelíes con “alta responsabilidad” en crímenes internacionales: Yoav Gallant, exministro de Defensa, e Israel Katz, actual titular de esa cartera, por las acciones militares en Gaza; Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas, y Orit Strock, responsable de Asentamientos, por la expansión de colonias en Cisjordania; Itamar Ben-Gvir, ministro de Seguridad, por abusos contra detenidos palestinos; y Benjamin Netanyahu, señalado como principal responsable de la política israelí en los territorios ocupados, acusado de ordenar crímenes de guerra, de lesa humanidad y genocidio. Netanyahu y Gallant fueron imputados por incitación directa al genocidio.
La Comisión exigió que Israel detenga de inmediato el genocidio en Gaza, cumpla con las medidas provisionales de la Corte Internacional de Justicia y respete el fallo consultivo de 2024. Reclamó el fin de la ocupación ilegal, el desmantelamiento de todos los asentamientos, la retirada de colonos de los territorios ocupados y la eliminación de políticas discriminatorias dentro de Israel. El informe será presentado a la Asamblea General de la ONU el 28 de octubre.