*Por Grupo Ofensiva Nacional Democrática
Las elecciones en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) pueden ser entendidas, y sintetizadas, en una frase: el triunfo de la anti política. Se trata de la reiteración de un modelo que, al presente, se manifiesta en el mundo a través de movimientos de extrema derecha, como aquí, La Libertad Avanza (LLA).
Pero a esta última no le habría sido posible llegar a un escenario tan profundo de anti política, sin lo que sembró en su momento el PRO. En efecto, la exacerbación que, es apreciable en términos de cinismo, crueldad y perversión; no es sino el fruto del árbol que envenenó aquella fuerza política (el PRO).
Mediante sus políticas de odio, lawfare y ataque permanente; sea primordialmente al kirchnerismo y/o, por transitividad, al peronismo; el PRO y LLA comparten como objetivo final, destruir o neutralizar a lo que conocemos como Movimiento Nacional. No tendríamos hoy la anti política de la LLA, sin la previa anti política del PRO. Esto lo sostenemos sin desconocer las defecciones que padeció, y sigue padeciendo, el Movimiento Nacional, cuando busca avanzar con un modelo surgido de nosotros mismos para un proyecto nacional.
El Golem que liberó el PRO, hoy lo devora
La originaria actitud del PRO, para construir desde la reacción y la anti política, hoy los devora. Especialmente, cuando partiendo de esa misma consigna de anti política, quisieron aferrarse a la máscara de un partido de fingida institucionalidad republicanista. El Golem que liberaron no respeta nada. LLA ha institucionalizado con las elecciones del 18 de mayo en CABA, una nueva anti política.
Más profunda brutal y despiadada; con ajenos, pero también con propios. Y va a devorar todo si no la superamos con mejores ideas, proyectos y acciones de lucha política. Se fortalece con la complicidad de los factores de poder y los sectores de la sociedad que, promueven o encuentran, en sus prácticas y discursos, fundamentaciones para canalizar sus odios, mezquindades y frustraciones. Tienen, gracias al régimen de Milei, una argumentación discursiva: básica, lineal, pero efectiva.
Milei le mostró a la sociedad en general, y ahora a los porteños, una forma de descargarse ante lo que los incomode, con fundamento o no. Va salvajemente contra quienes los que considera sus enemigos, y es imitado por muchos. Lo hace sin artilugios ni concesiones, liquida inclusive a los que le permitieron llegar a hacer todas las barbaridades para la entrega y destrucción de la Argentina como Nación. Primero, purga a los propios, para luego ir por el resto; los que de algún modo se atrevan a cuestionarlo. Pero eso no es todo.
Estamos ante la bronca o la ausencia de muchos que acompañaron al Movimiento Nacional, y hoy se distanciaron por sentirse sin conducción, abandonados, humillados, en el fracaso; librados a su propia suerte. Son los que más están padeciendo un sistema injusto que los ataca. Quedaron solos. Los devora el individualismo; el ajeno, y hasta el propio devenido en esta soledad.
¿Quién se pregunta el porqué de tantos votantes ausentes?
El elevado porcentaje de no participación en estas elecciones es un dato que tampoco puede soslayarse. No ha participado casi la mitad de los habilitados para votar. La dirigencia política, al menos la que esgrime pretender realizar alguna transformación frente a este régimen conservador-liberal-libertario, debería preguntarse y accionar respecto de las causas de este comportamiento que va in crescendo. Conductas que, prima facie, evidencian una crisis en la participación, pero más aún, en la configuración de las representaciones políticas. Y una fisura en la sociedad…
Es un régimen funcional a la destrucción de todo lo que no está en su visión economicista. Un régimen que da argumentos para desquitarse contra aquello a lo que cada uno le tenga odio. Que no construye nada para el conjunto, salvo a favor de los intereses de los pocos que se benefician con él. El resto se sacia en su frustración, con la destrucción del otro, con el discurso grosero, violento y peligroso
El régimen conservador-liberal-libertario pone en crisis todo, todo el tiempo; solo es para sí. Sin nada más que una endeble propuesta económica, que la sociedad acepta casi como un único camino; entre otras cosas, por la falta de un proyecto alternativo. Formulamos una advertencia. Todavía no ha terminado de profundizar las formas de las acciones, los instrumentos y la consolidación de las desconfiguraciones institucionales para transformar a la Argentina en un sistema tecno-feudal.
Pero LLA sigue firme, avanzando en ese destructivo sentido; a la vez, de colonialidad. Es un régimen que no tiene clemencia. No ofrece nada más que su indolencia, sus burlas y su belicosidad. Milei desprecia a todos, salvo a sus amos del exterior. Desprecia hasta a los que hoy lo apoyan. Si no, vean al PRO… No se trata de la destrucción del Estado. Se trata de la destrucción de la Argentina como Nación soberana. Por ello, procura destruir al Movimiento Nacional; porque desde él puede reorganizarse un proyecto alternativo, con una doctrina transformadora, sustentada en valores históricos que impulsen la lucha por la recuperación de la soberanía que, día a día, vamos perdiendo. Ya hemos dicho que la actualización doctrinaria quizás sea volver a la doctrina del Movimiento Nacional. Y si Milei ataca al Movimiento Nacional, eso nos ratifica que es la posición adecuada desde donde responder está en él.
Sin embargo, muchos de los nuestros tienen miedo de romper alguna regla, de dejar de ser políticamente correctos. Y por eso, las acciones a menudo son módicas, moderadas casi hasta la imposibilidad de percibirlas. En síntesis, insuficientes. Creemos que esta es, sin buscar echar culpas sino reflexionar, una de las enseñanzas de la elección en la CABA.
4. La dificultad discursiva ¿kirchnerista, peronista; o del Movimiento Nacional?
Otro elemento para analizar, porque el tiempo se agota ante el Golem desquiciado (especialmente de cara a las futuras elecciones de la Provincia de Buenos Aires), es cómo se establece la vinculación, en términos de discurso y presentación al electorado de un proyecto político; como se resuelve la trampa planteada por el régimen en cuanto a peronismo y kirchnerismo.
Debe dilucidarse y resolverse con urgencia para presentarse con contenidos claros ante la sociedad. Y esto no es solo un tema electoral, se trata de revertir la profundización totalizadora de la LLA. Por nuestra parte, consideramos que, el kirchnerismo es y debe ser referido, en su dimensión, como parte del peronismo; como lo son los demás sectores que convergen en él.
Así, la armonización en el peronismo y su centralidad, serán los elementos aglutinantes y definitorios para la reconstrucción del Movimiento Nacional. Más allá de todas sus complejidades y diversidades que, sin embargo, son las que lo enriquecen y fortalecen. Es así como, desde el Movimiento Nacional, se deberá reconstruir el discurso y la acción.
La dificultad que se ha evidenciado en estas elecciones en la Ciudad de Buenos Aires es, amén de otras cosas, con relación a cómo y desde dónde, cuestionar y hacer frente al régimen conservadorliberal-libertario de Milei. Es imprescindible dejar en claro con qué autoconfiguración le respondemos al régimen imperante. Por ello, reiteramos que, el discurso y la acción deben darse como Movimiento Nacional; inclusivo, integrador y centralizador de las identidades, en una convergencia programática doctrinaria.
¿A quién tenemos en frente? ¿Cómo enfrentarlo?
No se puede vencer a un adversario que impone reglas a los demás, pero no las cumple para sí mismo. Que solo crea reglas para limitar a los demás, y eludirlas él. Un adversario que, sistemáticamente, engaña, miente y traiciona. Tal como ha hecho LLA con el PRO y sus esperanzas colaboracionistas. Más allá que muchos podrán considerar que los colaboracionistas merecen lo que les pasa; debe servir de enseñanza para comprender la praxis de una fuerza política profundamente disociada de la convivencia democrática.
A ello que se agrega que, es parte -o mascarón de proa- de una formación histórica antinacional, y está sujeta a los procederes patológicos sociopáticos que entendemos la conducen. Por ello, se requiere cambiar las tácticas, estrategias y; particularmente, los mecanismos de construcción y acumulación. Asimismo, redefinir las formas de confrontar con este régimen. Umberto Eco refería escenarios titulables como “De la estupidez a la locura”.
En Argentina, estamos sumergiéndonos en una locura contagiosa, la que apela a lo peor del ser humano. Una locura que requiere complicidad; que la tuvo y la tiene… Einstein dijo que “locura es hacer lo mismo una y otra vez y esperar resultados diferentes”. Creemos que hay un agotamiento en cuanto a las formas, en vista de las respuestas y la generación de impactos transformadores. Esta formación histórica antinacional ha llegado para quedarse; hasta donde se le permita, por acción u omisión.
El proyecto alternativo impulsado desde OND: industrialización con justicia social El desafío es construir un proyecto verdaderamente alternativo.
Un proyecto que sea internalizado para sentirse parte del Movimiento Nacional, y para extenderlo a la sociedad toda. Un proyecto que, solamente cuando sea tomado como propio por una suficiente masa crítica, va a poder avanzar en términos de disputas efectivas; no solo electorales sino políticas, de fondo. Solo con la participación y el sostenimiento del pueblo una transformación (de la es parte) es posible.
Tanto individualmente, como a partir de la organización en sujetos colectivos que la puedan llevar adelante, y resistir frente a los embates de los intereses que no son los nuestros. Nos referimos, como ya lo hemos señalado en declaraciones anteriores, a recuperar la centralidad del movimiento sindical, con los demás movimientos sociales, y el movimiento universitario. Si en el seno de estos ámbitos no sé internalizan como movilizadores los objetivos de un proyecto alternativo, difícilmente se llegará a obtener resultados distintos.
Se tata de estructurar, compartir un proyecto alternativo. Desde OND sostenemos que se puede revertir esta situación si logramos comprender que, la industrialización con justicia social para la Argentina es un proyecto alternativo, estratégico. La industrialización no solo es relevante para la generación de puestos de trabajo.
También en la consolidación de una Nación que, verdaderamente pueda ser independiente en términos socioeconómicos, tecnológicos, y sobre todo culturales. Elementos fundamentales para la consolidación de una soberanía política que, la sostenga, frente a las naciones y los intereses de las grandes corporaciones que, hoy decididamente agreden la dignidad y la autonomía decisional de nuestro país.
Solamente así se podrá profundizar en el otro gran objetivo que impulsa a nuestro grupo: la justicia social. Para Argentina, sostenemos que la justicia social se verificará en un país industrializado, soberano, e independiente. Este es el desafío ético que impulsamos desde OND, para terminar con la frustración y la humillación; de los deslaboralizados, postergados, desposeídos, abandonados y descartados. Como señalaba el Papa Francisco, el antídoto a la extrema derecha es la justicia social.
23/5/2025
