Poliedro

Francisco: “Uno de los riesgos que corremos en nuestras sociedades actuales es el de aceptar pasivamente lo que ocurre a nuestro alrededor”

Por Redacción

En el marco del encuentro organizado por el el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Papa Francisco alertó que “uno de los riesgos que corremos en nuestras sociedades actuales es el de aceptar pasivamente lo que ocurre a nuestro alrededor”. El cónclave se realizó al semana pasada, en Roma, y tuvo como objetivo potenciar el proyecto que comenzó hace seis años con reflexiones, diálogos y distintas intervenciones.

El encuentro convocó a la Organización Internacional del Trabajo, Conferencias Episcopales, congregaciones religiosas, organizaciones católicas y de otras confesiones, sindicatos y otros grupos de base de la sociedad civil que participan,de manera intergral,  en el proyecto “El futuro del trabajo: el trabajo después de Laudato si'”.

La Consulta “Cuidar es trabajar, trabajar es cuidar”, giró en torno a cinco ejes temáticos: Industrias extractivas, seguridad alimentaria, migración, justicia social y transición justa. En ese escenario, Francisco recordó lo expuesto en Laudato Si: “Las exportaciones de algunas materias primas con el único fin de satisfacer los mercados del Norte industrializado no han estado exentas incluso de graves consecuencias, como la contaminación por mercurio o dióxido de azufre en las minas”.

Señaló que “es crucial que las condiciones de trabajo estén vinculadas a los impactos medioambientales, prestando mucha atención a los posibles efectos en términos de salud física y mental de los implicados, así como de seguridad”.

El Santo Padre, remarcó que “el Informe sobre la Crisis Alimentaria Mundial, publicado recientemente, concluyó que, para 2023, más de 280 millones de personas en 59 países y varios territorios sufrían altos niveles de inseguridad alimentaria aguda, que requerían ayuda urgente”.

En esa línea agregó: “Las catástrofes naturales y las condiciones meteorológicas extremas, ahora intensificadas por el cambio climático, además de las crisis económicas, son otros motores importantes de la inseguridad alimentaria, ligados a su vez a unas vulnerabilidades estructurales como la pobreza, la elevada dependencia de las importaciones de alimentos y las deficientes infraestructuras”.

Francisco abordó también la cuestión migratoria y puntualizó que “por muchas razones, hay muchas personas que emigran en busca de trabajo, mientras que otras se ven obligadas a hacerlo para huir de sus países de origen, a menudo desgarrados por la violencia y la pobreza”.

El Papa expuso que “estas personas, debido también a prejuicios e informaciones inexactas o ideológicas, son vistas a menudo como un problema y una carga para los costes de una nación, cuando en realidad, al trabajar, contribuyen al desarrollo económico y social del país de acogida y del país del que proceden”.

Del mismo modo, insistió: “Todos tienen un perrito, un gato, todos, pero no tienen hijos. La desnatalidad es un problema, y la migración viene a ayudar a la crisis que provoca la desnatalidad. Es un problema muy grave. Sin embargo, muchos migrantes y trabajadores vulnerables no aún plenamente integrados y con plenos derechos, son ciudadanos de “segunda”, al quedar excluidos del acceso a los servicios sanitarios, la asistencia, los planes de protección financiera y los servicios psicosociales”.

En otro orden, subrayó que “es importante centrarse en la relación entre el trabajo digno y la justicia social. Esta expresión, “justicia social”, que llegó con las encíclicas sociales de los Papas, es una palabra que no es aceptada por la economía liberal y dominante. Justicia social”.

Asimismo, explicó: “En efecto, uno de los riesgos que corremos en nuestras sociedades actuales es el de aceptar pasivamente lo que ocurre a nuestro alrededor, ya sea con cierta indiferencia o porque no estamos en condiciones de encuadrar cuestiones a menudo complejas y encontrarles respuestas adecuadas. Pero esto significa permitir que crezcan las desigualdades y las injusticias sociales, incluso en lo que se refiere a las relaciones laborales y a los derechos fundamentales de los trabajadores”.

“Teniendo en cuenta la interdependencia entre trabajo y medio ambiente, se trata de repensar los tipos de trabajo que deben promoverse para cuidar la casa común, especialmente en función de las fuentes de energía que requieren”, consideró Francisco.

Por último, manifestó: “Estos cinco aspectos representan grandes retos. Les doy las gracias por aceptarlos y abordarlos con pasión y competencia. El mundo necesita un compromiso renovado, un nuevo pacto social que nos una a las generaciones mayores y a las jóvenes”.

 

 

 

 

 

 

14/5/2024

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