El Papa Francisco reiteró su compromiso con las mujeres al dedicar su intención de oración mensual a su dignidad y reconocimiento en todas las culturas, así como a la cesación de la discriminación que enfrentan en distintas partes del mundo. En el Video del Papa de abril, difundido por la Red Mundial de Oración del Papa, se destacaron imágenes impactantes que reflejan la cruda realidad que muchas mujeres enfrentan: desde lágrimas asiáticas hasta víctimas de violación y mutilación genital.
El mensaje del Papa subrayó la brecha entre las declaraciones de igualdad y la realidad de la discriminación que persiste, citó leyes discriminatorias vigentes y prácticas arcaicas como las mutilaciones genitales. Del mismo modo hizo un llamado a los gobiernos para que eliminen estas injusticias y trabajen por garantizar los derechos fundamentales de las mujeres. Francisco, instó a la sociedad a respetar la dignidad de las mujeres, que a menudo son tratadas como objetos desechables y sufren violencia y abusos.
Aunque en algunos países las mujeres han logrado avances en educación, empleo y liderazgo, las desigualdades persisten, especialmente en el acceso al trabajo y la educación. Estas disparidades económicas se traducen en dificultades extremas, con un pronóstico alarmante de mujeres y niñas que vivirán en pobreza extrema para el 2030, según ONU Mujeres.
El respeto por la dignidad de todas las personas es un principio central en el cristianismo, basado en el concepto de que cada vida es sagrada al ser creada a imagen de Dios. Este tema también resonó en la reciente Asamblea General Ordinaria del Sínodo de Obispos, donde se destacó la importancia de comprender y acompañar a las mujeres desde una perspectiva pastoral y sacramental.
El Padre Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, destaca el papel histórico de las mujeres en la Iglesia y la necesidad de reconocer su contribución y participación activa. Enfatiza que sin ellas, la comunidad cristiana estaría en quiebra. En un mundo donde persisten las contradicciones, el mensaje del Papa y la oración por la dignidad de las mujeres son un recordatorio urgente de la necesidad de un cambio real y tangible en favor de la igualdad y el respeto hacia todas las personas, independientemente de su género.