Por Redacción
El pasado 12 de septiembre el Papa Francisco se reunió en Eslovaquia con representantes del Consejo Ecuménico de las Iglesias en la Nunciatura. En un marco ameno el Sumo Pontífice respondió preguntas de los presentes, allí expuso: “vivo todavía. Aunque algunos me querrían muerto”, al ser consultado sobre su estado de salud.
Con anterioridad Francisco bromeó: “la idea de invitar a los jesuitas durante mis viajes apostólicos es del padre Spadaro, porque así tiene material para hacer un artículo para «La Civiltà Cattolica», que publica siempre estas conversaciones. A ver, espero las preguntas. Lancen el balón al portero, vamos”.
A continuación, el Papa señaló que “vivo todavía. Aunque algunos me querrían muerto. Sé que hubo incluso reuniones entre prelados, que pensaban que el Papa estaba más grave de lo que se decía. Preparaban el cónclave”.
“Gracias a Dios, estoy bien. La operación fue una decisión que no quería tomar: fue un enfermero el que me convenció. A veces los enfermeros comprenden la situación mejor que los médicos, porque están en contacto directo con los pacientes”, explicó su Santidad.
Ante un nutrido grupo de sacerdotes, Francisco indicó que “a mí me duele cuando alguno de ustedes u otros sacerdotes se «descueran» entre sí. Eso bloquea, impide avanzar. Pero estos problemas existieron desde el principio en la Compañía. Pensemos, por ejemplo, en la paciencia que tuvo Ignacio con Simón Rodríguez. Es difícil hacer comunidad, pero la cercanía entre ustedes es realmente importante”.
“Es cierto que hay obispos que no nos quieren, es una realidad, sí. ¡Pero que no se encuentren jesuitas que hablan mal del obispo! Si un jesuita piensa de manera distinta que el obispo y tiene coraje, entonces que vaya donde el obispo y le diga las cosas que piensa. Y cuando digo obispo, digo también el Papa”, agregó durante la charla.
Al mismo tiempo, remarcó que “hay que seguir adelante con la disposición a ser obedientes. La cercanía al pueblo de Dios es muy importante porque nos «enfoca». No olviden nunca de dónde salimos, de dónde venimos: nuestro pueblo. Si nos alejamos y vamos hacia una… universalidad etérea, entonces perdemos las raíces. Nuestras raíces están en la Iglesia, que es el pueblo de Dios”.
Por otro lado, el Papa explicó que “estamos sufriendo esto hoy en la Iglesia: la ideología del volver atrás. Es una ideología que coloniza las mentes. Es una forma de colonización ideológica. En realidad, no es un problema universal, sino más bien específico de las Iglesias de algunos países”.
En ese orden repuso que “la vida nos da miedo. Repito una cosa que le dije al grupo ecuménico con el que me reuní antes que con ustedes: la libertad nos asusta. En un mundo tan condicionado por las adicciones y la virtualidad, nos asusta ser libres”.
En la charla con los sacerdotes eslovacos, el Pontífice expresó que “es una época fascinante, de una hermosa fascinación, aunque sea la fascinación de la cruz: hermosa para llevar adelante la libertad del Evangelio. ¡La libertad! “.
Fuente: La Civiltà Cattolica
21/9/2021