*Por Gustavo Ramírez
Este martes 27 de agosto, a partir de las 17 hs., en la sede de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, se desarrollará el encuentro Francisco y el Trabajo, conversaciones acerca del libro “No os dejéis robar la dignidad”, de Abraham Canales Fernández.
El panel de expositores está integrado por referentes del Movimiento Obrero y Organizaciones Populares como Juan Carlos Schmid, Secretario General de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte; Luis Cáceres, titular de la Unión Obrera Ladrillera; Emilce Cuda, docente de la Universidad Nacional Arturo Jauretche; Esteban Castro, conductor de la CTEP; Gabriela Olguín, representante de la Pastoral Social Arquidiócesis de Buenos Aires y el propio Abraham Canales Fernández, responsable de Publicaciones de la Hermandad Obrera de Acción Católica.
La vitalidad del pensamiento profundo de Francisco se ha plasmado con elocuencia en el texto de Fernández. Su fuerza radica en la elección social del Papa como un Obrero más. Es por ello por lo que, “No os dejéis robar la dignidad”, cobra vital importancia para los trabajadores y militantes populares en nuestro país, sobre todo en un contexto donde el gobierno neoliberal, de Mauricio Macri, promueve una constante hostilidad política contra los sectores sociales más vulnerables.
“En el presente libro, se presentan los textos fundamentales del evangelio del trabajo de Bergoglio”, afirma sobre el inicio del libro, su autor. Francisco, desde los inicios de su papado, establece parámetros claros que implican un paso trascendente en el marco de la batalla cultural: La recuperación de la centralidad del trabajo y la persona humana. De allí que insista en la configuración de una Iglesia en Salida, que recupere el andar de la evangelización desde los pobres, con los pobres y para los pobres. No con un hecho moral, sino como una definición paradigmática de la construcción ontológica de la definición política.
Francisco con sus acciones y con sus pensamientos, redefine el rol trascendente de la Doctrina Social de la Iglesia en la opción por los pobres. Del mismo modo que ancla su pensamiento en la idead matriz de comunidad organizada como elemento social determinante para el desarrollo sustentable de la Justicia Social. En pensamiento del Jesuita no es un conglomerado de ideas complejas enquistada en principios intelectuales, sus ideas fluyen del encuentro con los Movimientos Populares, con los pobres, con los trabajadores, de diversas partes del mundo. El Papa del fin del mundo recuperó para sí, para la Iglesia, para la política, al escucha. Un oír que no se detiene en la denuncia pasiva sobre las inequidades que produce el capitalismo caníbal, sino que desde ese escuchar al otro, en la diversidad, construye herramientas de luchas desde la originalidad misma de los emisores del mensaje que es oído.
La evangelización que promueve Francisco implica una determinación ética y deposita sobre los más humildes la esperanza de realización de una sociedad más justa, más libre y soberana. Lo que logra el libro de Fernández es la síntesis elemental de los fundamentos esenciales de la doctrina papal. Una doctrina que consolida su fuerza a partir, en primera instancia, de comprender que la Cultura del Encuentro es el lazo esencial entre la misericordia política y la certidumbre social solidaria. No hay realización en el individualismo porque este aísla a la persona, la descentraliza del rol social, mercantiliza las relaciones intrapersonales y nos dirige a la “bancarrota de la humanidad”.
El testimonio de Francisco, recogido en un trabajo minucioso, racionalmente elaborado por Canales Fernández, nos interpela desde la conjunción de los pueblos, la idea de la Patria Grande, que se plasma en la figura geométrica que elige el Papa para describir su pensamiento: El Poliedro, “una forma de convivencia donde las partes conservan su identidad construyendo juntas una pluralidad que no atenta, sino que fortalece la unidad”.
Allí es donde el trabajo digno recobra su fortaleza rectora en el conjunto social. Sin trabajo no hay democratización de las culturas, no hay desarrollo social en ningún sentido. Francisco pone en manos del pueblo a su propio destino: “El futuro de la humanidad no está únicamente en manos de los grandes dirigentes, las grandes potencias y las elites. Está fundamentalmente en manos de los pueblos, en su capacidad de organizarse y también en manos que riegan con humildad y convicción este proceso de cambio”.
Uno de los tópicos centrales del libro es la la triada propuesta por el Sumo Pontífice desde los inicios de su papado: Tierra, Techo y Trabajo. Cada uno de estos elementos sociales son fundamentales para alcanzar la dignidad de la persona. Tal como los absorbe Fernández en su recopilación textual, las tres “T” son el campo fértil del pensamiento estructurante del Papa. Ante todo son fundamentos que se circunscriben a derechos humanos básicos, sobre ellos la esperanza para los descartados cobra un valor universal de Justicia Social y adquieren una relevancia cualitativa en el marco de la cultura del encuentro.
La profundidad de “No os dejéis robar la dignidad” radica en la conmoción social que causa el impacto de su lectura. En el presente argentino, ignorar esta agenda, es soslayar la importancia socio-cultural del pensamiento y la evangelización, si se quiere política, de este líder de los pobres, de los trabajadores y de los descartados, que es Francisco.
A la par con el mismo Papa, el libro nos interpela desde nuestra condición de trabajadores pobres, descartados del neoliberalismo que produce inequidad social. Pero no lo hace desde una perspectiva ideológica de la fetichización de la tragedia: El no os dejéis robar la dignidad es un grito de esperanza cimentado en la fe revolucionaria que propone Francisco. Esa fe tiene su arraigo en la unidad de los Movimientos Populares con el Movimiento Sindical para constituir, como relación ética en hermandad y solidaridad con el bien común, un gran Movimiento de los Trabajadores.
“En estos tiempos de parálisis, desorientación y propuestas destructivas, la participación protagónica de los pueblos que buscan de los pueblos que buscan el bien común puede vencer, con la ayuda de Dios, a los falsos profetas que explotan el miedo y la desesperanza, que venden fórmulas mágicas de odio y crueldad o de un bienestar egoísta y una seguridad ilusoria”, sostiene el Papa de los pobres.
Nadie que pretenda un país más libre, más soberano y más justo puede ser indiferente ante el mensaje de Francisco. El libro de Canales Fernández acude a esa instancia para sacarnos de la comodidad del pensamiento, porque es lo que nos demanda el líder de los pobres. Salir de la pasividad intelectual y social para estar junto a nuestros compatriotas. Una revolución cultural que nos encuentre en el centro de la escena de la Comunidad Organizada con la humanidad a flor de piel.
No os dejéis robar la dignidad celebra el pensamiento genuino de Francisco, sin filtros, sin análisis pomposos que interfieran entre las ideas del Papa y la interpretación del lector. Es un libro que nos conmina a experimentar el papado de Bergolgio desde la misericordia política, como ya hemos dicho, porque la patria somos los trabajadores, los pobres, los humildes, el colectivo de la persona humana y no el frío individualismo del mercado. Entonces vale la pena luchar.
*Director periodístico de AGN Prensa Sindical