Por Redacción
El Papa Francisco, en su mensaje al Presidente de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, Alok Sharma, alertó sobre la necesidad de “una acción urgente, valiente y responsable”, si es que se quieren alcanzar las metas propuestas en el Acuerdo de París y añadió que dichos objetivos “son ambiciosos, pero no pueden retrasarse”.
El mensaje papal fue leído por el Secretario de Estados del Vaticano, Pietro Parolin, en la Cumbre de Líderes Mundial, que se celebrada en Glasgow, Escocia, entre el 1° y 12 de noviembre. Un su declaración, su Santidad, recalcó que “la pandemia nos enseña que no tenemos alternativas: solo podremos vencerla si todos participamos en este desafío”.
“Hay demasiados rostros humanos que sufren esta crisis climática: además de sus impactos cada vez más frecuentes e intensos en la vida cotidiana de muchas personas, especialmente de las poblaciones más vulnerables”, señaló el Sumo Pontífice.
Del mismo modo, señaló que “nos damos cuenta que también se ha convertido en una crisis de los derechos de los niños y que, en un futuro próximo, los migrantes por motivos medioambientales superarán a los refugiados por conflictos”.
Ante los representantes de 200 países, Francisco subrayó que “se trata de un cambio de época, un desafío de civilización para el que es necesario el compromiso de todos y, en particular, de los países con mayores capacidades”, que deben asumir un papel protagónico en el campo de las finanzas climáticas”.
Estos deben asumir un “papel protagónico en el campo de las finanzas climáticas, la descarbonización del sistema económico y de la vida de las personas, la promoción de una economía circular y el apoyo a los países más vulnerables para adaptarse a los impactos del cambio climático y responder a las pérdidas y daños causados por este fenómeno”.
Por otro lado, el Papa, sostuvo que ” los comportamientos cotidianos y las inversiones económico-financieras, puedan salvaguardar verdaderamente las condiciones para una vida digna de la humanidad de hoy y de mañana en un planeta ‘sano’”.
Su Santidad, enfatizó que “necesitamos esperanza y valentía. La humanidad tiene los medios para afrontar esta transformación que requiere una conversión real, individual, pero también comunitaria”.
Asimismo, agregó: “Hay que prestar especial atención a las poblaciones más vulnerables, con las que se ha acumulado una ‘deuda ecológica’ vinculada tanto a los desequilibrios comerciales con consecuencias medioambientales, como al uso desproporcionado de los recursos naturales propios y ajenos. No lo podemos negar”.
Del mismo modo enfatizó que “la post-pandemia puede y debe ser un nuevo inicio teniendo en cuenta todos estos aspectos, relacionados también con la puesta en marcha de escrupulosas operaciones negociadas para la condonación de la deuda externa inscritas en una estructura económica más sostenible y justa, orientada a apoyar la emergencia climática”.
Francisco observó que “lamentablemente, debemos señalar con amargura lo lejos que estamos de lograr los objetivos deseados para combatir el cambio climático. Hay que decirlo honestamente: ¡no nos lo podemos permitir!”.
Por último, Francisco, recordó que durante el pasado 4 de octubre, en un encuentro con líderes religiosos y científicos “lo que se pudo percibir claramente fue una fuerte convergencia de todos en comprometerse con la urgente necesidad de iniciar un cambio de rumbo capaz de pasar con decisión y convicción de la “cultura del descarte” imperante en nuestra sociedad a una “cultura del cuidado” de nuestra casa común y de quienes viven o vivirán allí”.
3/11/2021
