Por Redacción
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) dispuso la implementación de las cuentas especiales de depósito vinculadas al Fondo de Cese Laboral, medida impulsada por el equipo económico de Javier Milei y Sergio Federico Sturzenegger. La normativa establece los requisitos para las cuentas individuales y colectivas, los procedimientos de apertura, los límites para la extracción de fondos y las obligaciones para bancos y empleadores.
La normativa divide las cuentas en dos tipos: individuales, que se abren a nombre de cada trabajador por solicitud del empleador, y colectivas, que se constituyen a nombre de las entidades designadas en los Convenios Colectivos de Trabajo correspondientes.
En las cuentas individuales, el trabajador puede sumar aportes voluntarios. Al finalizar la relación laboral, el empleador debe gestionar la transferencia de los fondos a una cuenta de libre disponibilidad del empleado, o, en su defecto, el trabajador podrá retirar el dinero presentando la documentación que confirme el cese. Tras el fin del vínculo laboral, el banco debe mantener la cuenta abierta durante 180 días para facilitar su uso si el trabajador inicia una nueva relación bajo el mismo convenio.
Las cuentas colectivas permiten retiros parciales cuando se produce la desvinculación de alguno de los trabajadores incluidos. El titular de la cuenta debe solicitar la transferencia del monto correspondiente a la cuenta del empleado afectado, presentando la documentación que acredite el cese y especificando la suma a extraer. Además, se habilita la transferencia total de fondos a una cuenta similar en otra entidad financiera.
Las entidades bancarias que operan con cajeros automáticos están obligadas a abrir estas cuentas especiales. Del mismo modo, según la nueva disposición, deben enviar un resumen mensual electrónico al titular, con detalles de movimientos y saldos en pesos y en UVA. Los usuarios tendrán acceso a esta información mediante plataformas de home banking o mobile banking.
Esta disposición introduce procedimientos en detrimento de los trabajadores y libera a los empleadores de asumir la responsabilidad económica de la indemnización. El impacto real de la medida recaerá sobre el eslabón más débil de una estructura que desequilibra la relación de fuerzas entre los patrones y los empleados. De esta manera, se protege al capital por sobre el trabajo lo que implica un claro retroceso para los trabajadores.