Pensar que el ferrocarril es una cuestión del pasado y que defenderlo es una causa perdida o
una posición desde la nostalgia solo demuestra ignorancia. Y si esa posición se asume desde el
poder político es carecer de una visión estratégica resignando una herramienta de desarrollo
que el mundo no solo no discute, sino que incentiva destinando cada día más inversiones en el
sistema y en el desarrollo tecnológico del mismo.
La estación de pasajeros del Ferrocarril Mitre en San Miguel de Tucumán no es solamente un
edificio de riqueza histórica, sino que además está emplazada en un lugar estratégico del centro
de la ciudad como todas las estaciones ferroviarias de todas las importantes ciudades del
mundo. Pensar en abandonarla o transformarla en otra cosa e improvisar una estación de
pasajeros en un lugar inapropiado solo demuestra una grave resignación política a perder la
posibilidad de recuperar un transporte eficiente con innumerables ventajas energéticas y
ecológicas.
La actual gestión nacional con un concepto totalmente equivocado y centralista ha destinado
su política ferroviaria de pasajeros exclusivamente al área Metropolitana de Buenos Aires, solo
porque no puede prescindir allí del mismo sin generar un caos, y tiende a abandonar el resto de
los servicios.
Lo inexplicable es que administraciones provinciales como Tucumán no solo no defiendan el
sostenimiento de un servicio esencial, sino que piensen en el ferrocarril como una “molestia”
para una ciudad en lugar de aprovechar la infraestructura existente y diseñar políticas de
transporte integral para generar desarrollo y modernidad en la provincia. Nadie ya desconoce
las graves consecuencias del abandono y destrucción ferroviaria en los 90 donde Tucumán
perdió, por ejemplo, los trenes de cercanías al sur de la provincia. Servicios que eran de los más
importantes del país.
¡Por qué no intentar mantener un servicio digno tanto en velocidad como en frecuencia Tucumán
– Buenos Aires llegando, como debe ser, ¿a una estación de la dimensión y elegancia de la actual
estación? ¿Porque no intentar tener un servicio ferroviario moderno desde esa estación hasta el
aeropuerto de Cevil Pozo donde con la construcción de un corto desvío se puede llegar hasta la
puerta del mismo? ¿Por qué no pensar en un salto de calidad y progreso para nuestra provincia?
Este alocado proyecto nos deja pensando también si la Provincia va a defender la red ferroviaria
para el transporte de carga y si va a intentar sostener e impulsar políticamente los Talleres de
Tafí Viejo como un centro industrial ferroviario vital para el norte argentino. La red ferroviaria de Tucumán ofrece múltiples oportunidades para mejorar el hábitat de nuestra provincia aliviando nuestras ya recargadas rutas y saturadas poblaciones, generando además trabajo local calificado. Se llama Ordenación del Territorio.
Como tanto nos gusta mirar hacia afuera y alabar y envidiar a los países desarrollados pensemos
si allí se les ocurriría trasladar sus estaciones ferroviarias de los centros neurálgicos de las
ciudades. Tucumán se merece políticos estadistas que piensen a largo plazo.
*Secretario General de la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles y Puertos Argentinos.
23/1/2025