*Por Walter Castro
Muchos que pretenden hacerse los distraídos o jugar el papel de no entender por qué decimos que la Industria Naval debe ir fuertemente ligada a cada uno de los eslabones que mueven el engranaje de la Industria Naval nacional, ya sea en energías renovables, elementos costa afuera, hidrovía y, en este caso, La Pesca. Para ellos, acá va una explicación.
Si tomamos el último informe de coyuntura que elabora Nación, hasta el 1º de agosto del 2019, del cupo de 260.000 toneladas del efectivo Sur, ya se llevan capturadas 160.237 toneladas algo así como el 65 %. ¿Dicho cupo fue equitativamente distribuido en la flota nacional? A simple vista todo indica que sí pero, cuando se observa con detenimiento la composición actual, encontramos que de los 243 buques que reciben cuota del recurso nacional, solo 115 son de construcción Argentina y 128 de construcción extranjera, podríamos decir que no está tan mal.
Sin embargo, si afinamos el lápiz, vemos que de los 115 buques de construcción nacional solamente 11 buques superan los 30 metros de eslora y que ninguno supera los 40 metros. Eso nos da 15.295 metros cúbicos de capacidad de bodega; 60 de esos buques no superan los 25 metros de eslora. Por aplicación de resolución nos arroja un poder de captura de alrededor de las
120.000 toneladas.
Analizando los 128 buques restantes encontramos que absolutamente todos son congeladores factorías, los que en conjunto suman 150.000 metros cúbicos de bodega, es decir 10 veces más que las bodegas de construcción nacional y que deberían dar trabajo en tierra. Esos metros cúbicos, con sus 350.000 HP de potencia instalada, garantizan a esta flota un poder de captura del orden de las 950.000 toneladas, casi 8 veces más que la flota nacional.
Esta flota cuenta con varias particularidades: entre los buques transnacionales que responden a Europa, casas filiales, empresas mixtas y las que exportan toda su producción al viejo continente, hoy extraen más del 60 % de lo permisible quedando el 40 % restante para la flota menor. De las 35.000 toneladas capturadas en el semestre por la flota transnacional, 34.000 pertenecen al grupo Iberconsa, recientemente adquirida por el fondo de inversión norteamericano Platinum Equity.
El 30 % de lo capturado hasta acá, se realiza con una flota de armadores que no cuentan con plantas procesadoras en tierra, ni personal a cargo. Ahora se puede entender por qué el sector “armatorial”, al otro día de conocerse el resultado de las P.A.S.O, se reunió con el ejecutivo y le pidió no innovar en el sistema de cuotas a 15 años, cuando aún restan 5 años para tratar el nuevo reparto.
Es solo sentido común, ante la ausencia del gobierno se adueñaron del recurso. Lo más alarmante son las señales que envía el Estado al sector, mandando a construir sus Oceanográficos del Inidep a España, Patrulleras a Francia y como mejor solución, para Rio Santiago, proponen dinamitarlo. Sin decirlo, el Ejecutivo dejó claramente expuesta su intención de no poner a la Industria Naval Argentina en ninguna agenda productiva.
Hoy repasamos los informes de coyuntura de la Industria Naval española, a través de sus balances PYMES y vemos que de 20 construcciones 11 son para Argentina, sin contar los dos buques para el Inidep, el resto son para armadores amigos presidenciales y para filiales que operan nuestro caladero, amasan fortunas obscenas y construyen allá, porque en Europa no se jode, acá sí.
En un país, medianamente serio, se subsidia la construcción naval, el desguace. Ocuparíamos los astilleros en la construcción para energías renovables, industria petrolera, formaciones y reparación de ferrocarriles, dragado, elementos costa afuera, mono boyas, pontones, barcazas, balizamiento, pero acá no. En Europa, el Fondo Europeo marítimo y pesca (FEMP) destinó 1.400 millones de Euros para la Industria Naval. En nuestro país Y.P.F estaría dando contratos de construcción de barcazas para operar en la Hidrovìa a capitales transnacionales, la misma metodología que en la pesca, se ponen nuestros recursos, nuestros ríos, pero construyen afuera.
Es de esperar que los funcionarios del área, en el día de la Industria Naval, no hagan discursos vacíos y sin contenido. Ellos solamente piensen en sus ganancias. Mientras el Gobierno no hace nada por el sector, los trabajadores seguimos viendo cercenadas nuestras esperanzas de volver a dignificarnos a través del trabajo y así poder ir arrancando de la maquinaria de pobreza a nuestros pibes, a nuestros hijos.
No se coman el chamuyo de algún tilingo, que para justificar su conchabo de asesor repite frases mal aprendidas como; “Tal vez no tenemos mano de obra calificada” o “tal vez no tenemos capacidad instalada” La industria naval es un musculo que maltratamos constantemente, pero está ahí, donde lo ejercitemos esa memoria resurgirá intacta, es tan generosa que vuelve a ponerse en marcha. Es como el cerebro, si leemos, nos preparamos, nos capacitamos y nos dejamos ayudar, sin dudas dejaremos de repetir frases hechas y habremos hecho algo por la INDUSTRIA NAVAL.
*Secretario General del Sindicato de la Actividad Naval Mar del Plata.