Por Redacción
La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, vivió un episodio de fuerte tensión en Salta, durante una visita oficial a la provincia. En un encuentro con el padre de un gendarme, quien le reclamó por los bajos salarios de la fuerza, la funcionaria defendió la política salarial del gobierno, que ha generado gran malestar entre los efectivos de la Gendarmería.
La ex Ministra de Macri llegó a Salta para inaugurar un alambrado en la frontera con Bolivia, un acto que fue criticado por muchos como innecesario y con fines propagandísticos. La ministra, que estuvo acompañada por el gobernador Gustavo Sáenz, se enfrentó a un grupo de gendarmes que la interceptó para expresar su descontento por el escaso aumento salarial que recibieron.
En el centro de la discusión, un hombre se acercó a Bullrich y le explicó que su hijo, un gendarme con 15 años de servicio, cobra $750.000 al mes, de los cuales destina más de la mitad en el alquiler de su vivienda. “No tienen para comer”, afirmó el señor y detalló que su hijo se ve imposibilitado de cubrir los gastos básicos, a pesar de su antigüedad en la fuerza.
Ante los reclamos de la fuerza, días atrás el gobierno decidió otorgar un aumento del 5%, programado para marzo, lo que no convenció a los gendarmes, quienes consideran que la medida no responde a sus necesidades. En respuesta al reclamo, Bullrich defendió el esfuerzo realizado por el Ejecutivo y destacó que el aumento otorgado a los gendarmes “es uno de los más altos”, comparándolo con otros sectores como el de los camioneros, que solo recibieron un 1%. “A medida que el país crezca, los vamos a ir mejorando, ténganme confianza”, afirmó la ministra.
Sin embargo, el padre del gendarme insistió en que ese aumento no resuelve la situación. “El 5% no es nada”, replicó, resaltó la imposibilidad de cubrir las necesidades básicas con los salarios actuales. Además, ante el reclamo por la falta de vivienda, Bullrich prometió gestionar casas a través del programa Procrear, a pesar de que el gobierno de Javier Milei eliminó dicho programa mediante el decreto 1018/2024 que disolvió el Fondo Fiduciario que lo financiaba.
El incidente no fue aislado, ya que en distintas partes del país, familiares de los gendarmes se movilizaron en protesta por los bajos salarios. En el puerto de Buenos Aires, un grupo de mujeres, en su mayoría madres de gendarmes, se concentraron frente a la sede central de la Gendarmería para exigir “sueldos dignos”. En redes sociales, también se hicieron escuchar, con publicaciones que reflejaron el malestar de aquellos que ven cómo sus hijos, destinados en zonas de alto costo, luchan para cubrir sus necesidades básicas.
En paralelo, un petitorio firmado por personal en actividad y retirados de la Gendarmería fue entregado a la ministra. Allí, los miembros de la fuerza solicitaron un salario inicial de $1.800.000 para el grado más bajo de la fuerza y una serie de suplementos adicionales para los efectivos destinados en áreas de alta peligrosidad como Buenos Aires y Rosario.Del mismo modo, los gendarmes comenzaron a organizarse a través de un grupo de WhatsApp, con planes de nuevas protestas programadas para los próximos días.
Bullrich siempre se mostró corporativa con Gendarmería. En 2017, cuando, como ministra de Seguridad en el gobierno de Mauricio Macri, defendió a la fuerza tras el operativo en Chubut que terminó con la desaparición y muerte de Santiago Maldonado. Hoy, se enfrenta a un reclamo sobre el cual no puede dar respuesta satisfactoria dado que el gobierno libertario tiene como premisa ajustar al Estado. La ministra deberá explicar por qué considera que un aumento del 5% es suficiente, mientras los gendarmes y sus familias sobreviven, como la masa de la clase trabajadora, con salarios cada vez más insuficientes.
11/5/2025
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