Por Redacción
La reactivación de la economía nacional necesita el impulso de la gran mayoría de la industria de la producción local. Para ello se torna imprescindible darle valor trascendente a la mirada nacional en temas productivos para que también los sectores populares tengan acceso al consumo de bienes útiles para satisfacer sus necesidades básicas.
AGN Prensa Sindical, a través de su programa, Palabra Sindical, reflexionó sobre es estado de situación de la producción argentina, con Agustín Amicone, Secretario General de la Unión de Trabajadores del Calzado. En tal sentido, el histórico dirigente precisó: “La industria del calzado está en una situación bastante compleja, porque venía de cuatro años de una gestión muy desastrosa que la afectó tremendamente, como fue la gestión del Gobierno anterior, y cuando se inició la nueva etapa del gobierno actual, del Presidente Fernández, nosotros vimos una posibilidad real de recuperación”.
” El hecho de tener firmemente el criterio, que fue expresado por las autoridades nacionales, de que Argentina iba a proteger su industria, todo lo contrario de lo que se ha dicho en la anterior gestión, planteaba al sector posibilidades reales de recuperar lo que había sido la industria. Pero, lamentablemente, vino la pandemia que trastoco esos planes”, aseveró el titular de UTRICA.
Asimismo, Amicone, explicó que “el hecho de haber tomado las prevenciones de la cuarentena y paralizar actividades comerciales e industriales con el fin de proteger la salud de la población en términos generales, ha hecho sobre todo en este sector que está compuesto mayoritariamente por PYMES, este en una situación extremadamente compleja y difícil”.
En tal sentido el dirigente sindical especificó “tenemos dos sectores, el sector que se está dedicando al rubro de zapatillas deportiva, independientemente de si son de alta competencia o no, está trabajando bien. Al sector que se dedica a la producción de calzado de protección, digamos, de calzado para establecimiento fabriles, para empresas, lo que se denomina en el rubro del calzado: calzados de seguridad, está más complicado”.
Por otro lado precisó que “el tema de calzado de moda está complejo porque lamentablemente no se ha recuperado la actividad comercial y hay muchas fábricas que, no solamente, han perdido la temporada de invierno, para las cuales habían trabajado y estaban terminando la producción al principio de la pandemia, sino la propia temporada de verano que tradicionalmente se inicia en octubre, está prácticamente sin desarrollo y con pocas posibilidades de llegar a una mejora”.
A pesar del diagnóstico presente, el dirigente sindical mantiene la esperanza de cara al futuro cercano, “nosotros vemos un panorama totalmente distinto a futuro, vemos que el tema que se va a recuperar y apostamos que así va ser. La cuestión central que vamos a plantear, desde la visión de los trabajadores, es que Argentina definitivamente, tiene que posicionarse en el lugar que tiene más posibilidades, no solamente interna sino internacionales, en un auténtico desarrollo de la totalidad de la cadena del cuero”.
Amicone reflexionó que “una de las cosas inentendibles que tiene el país, esto viene de la época de los saladeros, es el privilegio de exportación de materia prima. Nosotros exportamos mucho cuero, anualmente las exportaciones de cuero están entre 800 y 900 mil millones de dólares anuales y no exportamos manofactura. Quiere decir que toda esa materia prima de cuero que exportamos vuelve convertida en cartera, incluso en zapatos, cinturones, valijas, portafolios”.
“Si se procesaran y se elaboraran en Argentina esos casi 1 mil millones anuales se convertirían en 5 mil y se crearían entre 50 y 60 mil puestos nuevos de trabajo. Ese es el desafío, creo que el gobierno lo conoce perfectamente, está decidido y sobre todo ya lo ha expresado, claramente, en una herramienta importante, que ya está poniendo en marcha, que es la de regular las importaciones, porque es imposible desarrollar cualquier tipo de crecimiento del sector industrial si primero no se tiene una porción de mercado interno para los sectores que producen en el país”, manifestó el sindicalista.
Por otro lado manifestó que “comúnmente las marcas de zapatillas no tienen fábricas en ninguna parte del mundo, tienen tercerizada toda esa parte de la producción. Ni las tres tiras, ni la marca de la pipa tienen fábricas. Tienen lugares donde se desarrollan determinadas actividades, por ejemplo: ambas marcas son importadoras de la mayor parte del producto que se vende en el país. El producto es importado y si no es totalmente importado lo que se hace acá es el ensamblado. Vienen, generalmente, toda la parte superior, incluidos los cordones, incluido el fondo en un kit que se importa”.
Por último Amicone aclaró que “en la cadena hay una exorbitante ganancia que se va en publicidad, se va en pagos de cánones, en acuerdos de contratos que tienen con equipos de futbol, con equipos de básquet, con jugadores y los salarios de los trabajadores son paupérrimos. Eso, lamentablemente, es una cuestión que en algún momento, no solamente la Argentina sino el mundo entero, se va a tener que dar: las exorbitantes ganancias que tienen las grandes marcas, para sostener precios que nada tienen que ver con la realidad de la producción y los costos laborales mucho menos”.
5/11/2020