Sindicatos

Entre el dolor y la bronca.

*Por Redacción

Los gremios marítimos SIMAPE, SOMU, SICONARA, SAONSINRA y CENTRO de PATRONES, decidieron este domingo paralizar la actividad pesquera, en Mar del Plata, tras la desaparición del buque pesquero Rigel. Desde la madruga del sábado no se conoce el paradero del barco que llevaba nueve tripulantes a bordo.

En ese marco la  Asociación Argentina de Capitanes, Pilotos y Patrones de Pesca decretó un duelo por 24 horas y se declaró en estado de alerta. A través de un comunicado la organización sindical manifestó que “En el Mar Argentino parece haber naufragios y muertos de segunda categoría, y es donde mueren los pescadores”.

“Poco le importa al Gobierno Nacional, a las autoridades responsables de la seguridad náutica y a las empresas pesqueras, que detrás de la fiebre del oro rojo provocada por el langostino, despachan cientos de barcos pesqueros no preparados para responder a las exigencias del mar patagónico. Todos miran para otro lado”, denunciaron desde el gremio.

Por su parte el Sindicato Argentino de Obreros Navales y Servicios de la Industria Naval, expresó que estos hechos han sido “advertidos por la organización sindical y las instituciones que hacen a la comunidad productiva de la industrial naval”. 

Desde el SAONSIN denunciaron que “la flota pesquera Argentina ha tenido estos trágicos accidentes con pérdidas de vidas humanas que parecieran no importarle a los gobierno de turno”.

Según una investigación presentada ante la  Fundación Atlántica, por la docente Silvia Paleo, entre el año 2000 y junio del 2017 hubo 41 naufragios con 86 víctimas fatales. El informé detalló que Argentina ostenta el penoso récord  de siniestros pesqueros. Entre 1970 y el año 2000 el porcentaje acumuló el 20 % del total de los accidentes que se producen en el mundo y nuestro país lidera, también en un 20 %, los hundimientos.

La ausencia del Estado es determinante es estas situaciones, no sólo por los controles a las embarcaciones, sino en la protección de los tripulantes. En los últimos dos años y medios la profundización de la desidia estatal implicó trágicas muertes en el mar argentino. Cuando las organizaciones sindicales denuncian que el ajuste lo pagan los trabajadores no es una declamación vacía. Es una realidad efectiva que en casos como los del Repunte y ahora el Rigel, termina con la vida de los tripulantes.

 

 

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