Producciones AGN

En Latinoamérica, “después de esta crisis, será necesario reconstruir los mercados laborales”

Por Redacción

Un nuevo informe de la Organización Internacional del Trabajo reveló que en Latinoamérica el impacto de la pandemia de COVID-19 tiene mayor preponderancia en los sectores con empleo informal. De esta manera los especialistas alertaron sobre un posible crecimiento en las tasas de pobreza que, según el organismo, “afectaría a casi la mitad de la fuerza de trabajo” en la región.

“El 90% de esos trabajadores informales están siendo severamente impactados por los efectos adversos generados en el empleo a causa de la pandemia COVID-19 y las medidas destinadas a enfrentar la emergencia sanitaria, destacó el informe de OIT. Esto equivale a 140 millones de personas, es decir 48% del empleo total”, manifestaron voceros de la OIT.

En este contexto sobre un total de 292 millones de empleados, en Latinoamérica, 158 millones se encuentran sumergidos en la informalidad, lo que equivale al 54 % del promedio general. Lo que deja en claro que las políticas neoliberales, aplicadas en la región antes de la crisis sanitaria del Coronavirus, han destruido las posibilidades de ingreso a un trabajo formal de un alto índice de la población.

El informe de la OIT  subrayó que el 90 % de esos trabajadores son severamente atacados por los efectos adversos en el empleo que la actual crisis ha generado. Lo cual equivale a 140 millones de personas, es decir un 48 % del empleo global.

Vinicius Pinheiro,  Director de la OIT para América Latina y el Caribe, señaló que “la crisis COVID-19 puso al descubierto en forma dramática los problemas asociados a la informalidad en esta región. La emergencia sanitaria, el confinamiento, la crisis económica están teniendo un impacto social sin precedentes”.

En la región la pérdida de ingresos trepó al 80 %, mientras que a nivel mundial, la destrucción del salario de los empleados informales es, a la actualidad del 60 %. Según el relevamiento de la OIT, la consecuencia directa de esta situación será el aumento de la pobreza relativa que podría alcanzar, al término del proceso, a un 90 % de dichos empleados.

Pinheiro destacó que “una de las caras más nefastas de esta pandemia es la de la desigualdad, porque afecta desproporcionalmente a los más pobres, a los que no pueden hacer teletrabajo, que dependen de empleos precarios en los sectores más afectados, y que con frecuencia tienen más limitaciones para cumplir con las medidas de confinamiento”. 

“Después de esta crisis será necesario reconstruir los mercados laborales, y es importante que esto incluya medidas para abordar en toda su complejidad el problema del empleo informal. La construcción de una nueva normalidad en el mundo del trabajo debe ser respaldada por políticas de universalización de la protección social y de formalización del empleo”, concluyó  el funcionario.

08/05/2020

Subir