Por Redacción
El próximo 7 de agosto, un reducido círculo de gerentes de recursos humanos, abogados corporativos y directivos de relaciones laborales se reunirá para definir los pasos de un plan que apunta a destruir conquistas laborales históricas y disciplinar a los sindicatos. Bajo la consigna de “modernización laboral”, la convocatoria revela sin disfraces el contenido de un programa empresarial hecho a medida del ajuste libertario que impulsa Javier Milei.
Ignacio Funes de Rioja, socio del estudio que lleva su nombre, abrirá el encuentro con un módulo titulado “Paritarias 0”, donde expondrá la meta de empresarios y gobierno: lograr que en 2025 los aumentos salariales se mantengan en mínimos históricos, sosteniéndose en la recesión y la caída de la inflación. Su exposición incluirá la hoja de ruta para negociar a la baja, bloquear reclamos y doblegar convenios.
El temario deja expuesta la intención de avanzar sobre despidos masivos, retiros “voluntarios”, unificación de tareas, polivalencia, judicialización de conflictos y recortes en estructuras. Entre los oradores figuran Leandro Delgado (Schlumberger), Hernán Scotti (DIA), Leandro Lanfranco (Toyota) y Martín Sambucetti (Brinks). Todos compartirán estrategias para desactivar la resistencia sindical, negociar convenios más flexibles y garantizar “ahorros” a costa de los salarios.
La agenda oficial incluye cómo empujar desafiliaciones de obras sociales, eliminar multas y bloqueos sindicales, diluir la responsabilidad solidaria con contratistas y reforzar el uso de la justicia para frenar despidos conflictivos. En el cierre, José Zabala (AMZ Abogados) y Pablo Fagoaga (Danone) detallarán la letra chica de la reforma laboral de la Ley Bases y el nuevo proyecto que Milei pretende empujar en el Congreso: reemplazar indemnizaciones por un fondo de cese, ampliar períodos de prueba, habilitar la multifunción y debilitar la estabilidad laboral.
La cumbre, presentada como un espacio de formación, funciona en realidad como la trinchera donde la elite empresarial alinea discurso, afina tácticas y blinda el ajuste. Mientras la economía muestra una caída generalizada y crecen los despidos, la prioridad de quienes convocan no pasa por sostener puestos de trabajo ni defender ingresos, sino por garantizar que cada peso de ahorro caiga del lado de la patronal.
Detrás de cada palabra —simplificación, optimización, flexibilización— se esconde un único objetivo: precarizar. Con Milei como socio estratégico, este bloque empresario apuesta a borrar décadas de derechos conquistados por la organización de los trabajadores. El 7 de agosto, la ofensiva tendrá su foto: una sala repleta de ejecutivos dispuestos a escribir la nueva receta del ajuste.