El relato libertario se desvanece en el aire: agosto llega con aumentos que pulverizan la economía de la clase trabajadora

Por Redacción

El relato liberal se agota en la realidad, lejos del índice inflacionario que presenta el INDEC, producto de la manera anacrónica de medir el índice de productos al consumidor, agosto comienza con una nueva andanada de aumentos que tienen injerencia determinante en el bolsillo de la clase trabajadora. Lo concreto es que el gobierno de Javier Milei sostiene un modelo económico que no frena la inflación ni mejora las condiciones de vida.

De este modo, el boleto de colectivo en la Ciudad de Buenos Aires subirá un 13,8%, pasará de 444,42 a 506,29 pesos. En el conurbano bonaerense, las líneas provinciales aumentarán un 14,3%, de 445,92 a 509,19 pesos. En tanto, las líneas nacionales que circulan por el Área Metropolitana mantendrán la tarifa mínima fija en 451 pesos, lo que no compensa el impacto general en el transporte público. El subte tendrá un incremento del 9,8%, al elevarse de 940 a 1.032 pesos para los usuarios con tarjeta SUBE.

Las facturas de servicios públicos continuarán con sus ajustes mensuales. En el Área Metropolitana de Buenos Aires, la electricidad subirá un 2% promedio, mientras que el gas se incrementará entre 2,6% y 2,8%. El servicio de agua tendrá un aumento del 1%. Estos aumentos, que se basan en la inflación oficial, recargan aún más los gastos fijos de las familias.

Los planes de salud prepagos aplicarán subas que oscilarán entre 1,3% y 1,95%, según cada empresa, esto complica  el acceso a la atención médica privada en un contexto de creciente vulnerabilidad social. Los contratos de alquiler regidos por la derogada ley de alquileres experimentarán un ajuste anual del 121,6% según el Índice de Contratos de Locación (ICL), un golpe severo para los inquilinos que enfrentan la ausencia de políticas habitacionales efectivas.

En julio, la petrolera YPF aplicó dos aumentos acumulados del 6% en combustibles líquidos: 3,5% al inicio del mes y 2,5% el 19 de julio. Estas subas respondieron a la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos y al dióxido de carbono. Para agosto se espera otro incremento que completará el ajuste pendiente del primer trimestre de 2024, sin señales claras de control sobre futuras subas.

El esquema económico de Milei expone la profundización del deterioro del salario real y el empeoramiento de la calidad de vida, mientras los aumentos en transporte, servicios y combustibles trasladan la crisis a millones de argentinos que enfrentan inflación, pobreza y precariedad.

Compartir en redes sociales

Compartir
Compartir
Compartir
Compartir
Compartir
Compartir