Por Redacción
Fuerza Patria se impuso de manera contundente, el último domingo, en el proceso electoral de medio término que se desarrolló en la provincia de Buenos Aires y agudizó la crisis política que envuelve al gobierno reaccionario de Javier Milei. Con el 99 % de las mesas escrutadas, el espacio político que encabeza el gobernador Axel Kicillof superó el 47,28 % de los votos y dejó muy atrás a la lista de La Libertada Avanza, que alcanzó el 33,71 % de los sufragios. La presencia en las urnas fue del 60,98 % y las y los Los bonaerenses eligieron 46 diputados y 23 senadores provinciales.
La derrota libertaria se transformó en un mensaje directo contra el rumbo económico de Javier Milei, golpeado por una recesión profunda, los casos de corrupción que involucran a funcionarios y Secretaria de la Presidencia, Karina Milei, y un creciente rechazo social a su programa económico liberal. El resultado confirmó la centralidad de Axel Kicillof dentro del peronismo, que logró consolidar un triunfo arrollador en el principal distrito electoral del país.
En este contexto, la tercera fuerza fue Somos, con un 5,32%, seguida por el Frente de Izquierda con 4,36%, Potencia con 1,39%, Unión y Libertad con 1,36% y Nuevos Aires con 1,30%. Aunque minoritarias, esas expresiones reflejaron el descontento con el escenario polarizado.
Sección por sección
En la Primera sección electoral, Fuerza Patria reunió el 47,36% frente al 37,12% de La Libertad Avanza. El Frente de Izquierda sumó un 4,23% y Somos un 4,14%.
En la Segunda, el peronismo llegó al 35,42%, superó al 29,79% del oficialismo libertario y dejó en tercer lugar a Hechos con un significativo 23,95%. Potencia obtuvo un 2,75% y el Frente de Izquierda un 1,87%.
En la Tercera, que concentra el conurbano sur, el dominio fue arrollador: Fuerza Patria trepó al 53,87%, contra un 28,56% de Milei. El Frente de Izquierda alcanzó un 5,68%, Nuevos Aires un 3,22% y Somos Buenos Aires un 2,85%.
En la Cuarta, el espacio de Kicillof logró el 40,32% frente al 30,30% de La Libertad Avanza. Somos Buenos Aires reunió un 19,93% y Potencia un 1,73%.
En la Quinta, el oficialismo nacional logró una de sus pocas victorias: alcanzó el 41,68% contra el 37,61% de Fuerza Patria. Allí, Somos Buenos Aires llegó al 11,43% y el Frente de Izquierda al 2,51%.
En la Sexta, Milei volvió a imponerse con el 41,71%. Sin embargo, la diferencia con Fuerza Patria, que logró el 34,18%, fue menor al esperado. Somos Buenos Aires obtuvo un 11,40% y Potencia un 3,52%.
En la Séptima, el peronismo volvió a la delantera con un 38,22% frente al 32,84% libertario. Somos Buenos Aires consiguió un 15,18%, Potencia un 4,22% y el Frente de Izquierda un 2,52%.
Por último, en la Octava sección, que incluye a la capital provincial, Fuerza Patria se impuso con el 43,92% contra el 36,67% de La Libertad Avanza. El Frente de Izquierda sumó un 5,52% y Somos Buenos Aires un 5,32%.
Crisis libertaria
La derrota en Buenos Aires dejó a Milei sin margen para ocultar el impacto político del voto castigo, aunque más allá de reconocer la derrota, ratificó el rumbo político y económico de su gobierno. En el distrito que concentra casi el 40% del padrón nacional, su espacio quedó relegado y confirmó la pérdida de respaldo social frente a un modelo económico que multiplica la recesión, destruye empleo y erosiona salarios.
El mapa bonaerense consolidó a Axel Kicillof como principal figura opositora y exhibió las limitaciones del oficialismo nacional para sostener su proyecto neoliberal. El triunfo del peronismo en la provincia no solo marcó una diferencia electoral, sino que se transformó en un mensaje político inequívoco: el experimento libertario perdió legitimidad en el territorio que define el futuro de la Argentina.