Economía

El plan económico libertario se sostiene con deuda externa y alineamiento geopolítico con Estados Unidos

Por Redacción

El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz advirtió que el cambio de política cambiaria no respondió a un plan programado sino a la insostenibilidad del modelo anterior. Señaló que el nuevo esquema no resuelve los problemas estructurales y alertó por la pérdida de dólares del Tesoro.

El CESO difundió su último informe bajo el título “Nueva fase, mismos problemas”, donde analizó la coyuntura económica y política argentina. El documento sostuvo que “la implementación del nuevo esquema cambiario no fue un ‘cambio de fase programado’, sino producto de la insostenibilidad del programa anterior”.

Según el informe, los más de 13.600 millones de dólares obtenidos del Fondo Monetario Internacional y otros organismos internacionales de crédito permitieron al gobierno levantar restricciones y establecer un sistema de bandas para el dólar. A pesar del cambio de estrategia financiera, el CESO advirtió que el nuevo esquema no modifica las condiciones estructurales de la economía.

El centro económico destacó que el precio del dólar se ubicó inicialmente más cerca de la banda inferior. Planteó la posibilidad de que haya existido intervención oficial para direccionar el tipo de cambio. “Atento que el programa limita al BCRA a vender dólares sobre la banda superior, una hipótesis es que fue el Tesoro quien salió a vender para ‘guiar’ el precio del dólar”, indicó. A partir del análisis del balance semanal del Banco Central, el CESO afirmó que “el Tesoro perdió más de U$S 1.800 millones”.

El informe cuestionó la viabilidad del nuevo esquema: “No queda claro cómo el BCRA comprará reservas para cumplir con la meta del FMI y genera incertidumbre respecto al proceso inflacionario”. Asimismo, recordó que en un contexto de alta inercia y fuerte indexación, la volatilidad del tipo de cambio puede empeorar la inflación.

El CESO citó al economista Julio Olivera y explicó que “la inflación se acelera cada vez que el dólar se acerca a la banda superior, pero los precios no bajan cuando pasa lo contrario, producto de la rigidez de precios a la baja”. El documento  señaló que “a menos de un año y medio de mandato, el gobierno volvió a cambiar la estrategia económica”, forzado por el mercado y el peso de la deuda en moneda extranjera. Atribuyó parte de esa carga al actual ministro Luis Caputo, por su desempeño anterior durante la gestión de Mauricio Macri.

Según el CESO, el alineamiento geopolítico con Estados Unidos busca reabrir el acceso a los mercados financieros en 2026. De todos modos, advirtió que el esquema de bandas móviles al 1% mensual, frente a una inflación que duplica o triplica ese valor, puede llevar a fin de año a un tipo de cambio real apreciado que complique aún más la cuenta corriente.

Sobre la política externa, el informe sostuvo que “la elevada fragilidad externa requiere que la incertidumbre generada por la guerra comercial disminuya para que los mercados estén dispuestos a aceptar mayor riesgo”. Evaluó que el regreso de Donald Trump podría perjudicar sectores como Vaca Muerta y el litio, al frenar inversiones incluso bajo el RIGI.

Finalmente, el CESO concluyó que “el nuevo esquema no modifica la situación estructural de la economía argentina”. Señaló que la estrategia oficial parece apuntar a “un alineamiento geopolítico con Estados Unidos que permita refinanciar la deuda externa pero no genere las condiciones necesarias para el repago de la misma, convirtiéndola en un mecanismo de dominación de la potencia occidental, donde en cada nueva reestructuración, los condicionamientos y las concesiones sean mayores”.

6/5/2025

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