Por Redacción
El Papa León XIV recibió este jueves al presidente de Israel, Isaac Herzog, en una audiencia que se extendió por más de dos horas en el Vaticano. Los ejes del en la Santa Sede fueron los ataques a Gaza, la situación de los rehenes y el futuro de las comunidades cristianas en Tierra Santa.
La ceremonia de bienvenida se realizó en el patio de San Dámaso, donde se desplegó la bandera israelí con la Estrella de David. El mandatario israelí fue recibido personalmente por el pontífice y luego por el Secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin, y el arzobispo Paul R. Gallagher, responsable de las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales.
La Oficina de Prensa del Vaticano, informó que «durante las cordiales conversaciones se examinaron los problemas políticos y sociales en Medio Oriente, con especial atención a la trágica situación en Gaza». Destacó la urgencia de reanudar las negociaciones con el apoyo de la comunidad internacional para conseguir «la liberación de todos los rehenes, alcanzar urgentemente un alto el fuego permanente, facilitar la entrada segura de la ayuda humanitaria a las zonas más afectadas y garantizar el pleno respeto del derecho humanitario, así como las legítimas aspiraciones de ambos pueblos».
La conversación se concentró en cómo garantizar un futuro para el pueblo palestino, junto con la paz y estabilidad en la región. La Santa Sede reafirmó que «la solución de dos Estados constituye la única salida a la guerra en curso» y se hizo referencia a los acontecimientos recientes en Cisjordania y a la situación de Jerusalén.
En ese marco, según fuentes oficiales, se remarcó «la importancia histórica de las relaciones entre la Santa Sede e Israel» que permitió discutir distintos aspectos de la cooperación entre las autoridades estatales y la Iglesia local. Se valoró «la relevancia de las comunidades cristianas y su compromiso, tanto a nivel local como en todo Medio Oriente, con el desarrollo humano y social, especialmente en los ámbitos de la educación, la promoción de la cohesión social y la estabilidad regional».
Herzog, tras visitar la Biblioteca Vaticana, agradeció la recepción y escribió en su cuenta en X: «La inspiración y el liderazgo del Papa en la lucha contra el odio y la violencia, así como en la promoción de la paz mundial, son apreciados y vitales. Espero profundizar nuestra cooperación para un futuro mejor de justicia y compasión».
