Poliedro

El Papa Francisco llamó a los jóvenes de Papúa Nueva Guinea a superar el odio y la indiferencia

Por Redacción

El Papa Francisco  se reunió este lunes con más de 10.000 jóvenes en el Estadio Sir John Guise de Puerto Moresby, Papúa Nueva Guinea, en el marco de su 45° Viaje Apostólico a Asia y Oceanía. Durante este último encuentro oficial en el país, el Pontífice animó a los jóvenes a practicar “el lenguaje del amor y del servicio” y les recordó que “lo más importante no es caer, sino no permanecer caído”.

En su mensaje, el Papa destacó: “Ustedes que en Papúa tienen más de 800 lenguas, tienen un lenguaje común, es la lengua del amor, la lengua del servicio”. El Santo Padre dejó de lado el discurso que tenía preparado y dialogó directamente con los jóvenes, subrayó la importancia de superar el odio y la indiferencia: “Piensen un poco, ¿qué hay contra el amor? El odio. Pero también hay algo quizá más feo que el odio: la indiferencia hacia los demás. […] La indiferencia tiene las raíces del egoísmo”.

Durante el evento, que comenzó con un baile de bienvenida protagonizado por jóvenes en trajes tradicionales, monseñor John Bosco Auram, obispo de Kimbe, resaltó los desafíos que enfrentan los jóvenes papúes, como “la vivencia de los valores cristianos en la familia y la sociedad” y “las expectativas insatisfechas de la sociedad, el gobierno e incluso de la Iglesia”.

A lo largo del encuentro, se presentó la obra musical “Islas de esperanza”, protagonizada por cuatro jóvenes de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón, quienes abogaron por la protección del medio ambiente, la valorización de la cultura local y el acceso a la educación.

En ese contexto, el Papa hizo hincapié en la importancia de la cercanía entre jóvenes y abuelos: “Hay una relación muy importante en la vida del joven: hay cercanía con los abuelos. […] ¡Viva los abuelos!”. Finalmente, el Pontífice alentó a los jóvenes a ayudarse mutuamente: “En la vida podemos caer todos, todos. […] Y si ves a un amigo […] que se ha caído, ¿qué debes hacer? […] Hay que mirarlo y ayudarlo a levantarse”.

Francisco concluyó su intervención expresando su alegría por haber compartido ese momento con los jóvenes de Papúa Nueva Guinea, animándolos a “enfrentar el futuro con sonrisas de esperanza”.

 

 

 

9/9/2024

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