Poliedro

El Papa Francisco instó a los jóvenes a construir un mundo con trabajo digno y a evitar la alienación laboral

Por Redacción

En el marco de la tercera edición de “LaborDì”, organizada por la Asociación Cristiana de Trabajadores Italianos (ACLI) de Roma, el Papa Francisco dirigió un mensaje a las nuevas generaciones, enfatizando la necesidad de fomentar ambientes laborales humanos, creativos y libres de alienación.

En su mensaje, su Santidad  advirtió a los jóvenes sobre los riesgos de aceptar contextos profesionales “contaminados” que priorizan el prestigio social o el dinero sobre los valores humanos. “Somos ‘piezas únicas’, ayudémonos unos a otros a recordarlo”, expresó el Papa, llamando a los jóvenes a preservar su autenticidad y evitar ser reducidos a meros “engranajes de una máquina”.

El Santo Padre reconoció que, para muchos, el trabajo puede parecer un problema exclusivo de adultos, pero recordó que la entrada al mundo laboral requiere compromiso y energía: “Quizás el trabajo os ha parecido hasta ahora un problema de adultos. Como anciano obispo de Roma, quisiera decirles: ¡no es así!”.

Francisco destacó la importancia de salir de las “guaridas” que las personas construyen cuando enfrentan confusión o amenazas. “Estamos hechos para la luz, para el aire libre. Una vez superada la adolescencia, el escenario del mundo se abre ante vosotros. Puede parecer abarrotado y distraído, pero aún falta tu aporte, lo que siempre se te ha esperado. Con vosotros, lo nuevo entra en el mundo. Todo, realmente todo, puede cambiar”, afirmó.

El Papa  reflexionó sobre el impacto del “modelo equivocado de desarrollo” que, según él, afecta tanto al medioambiente como al ámbito laboral. En este contexto, insistió en que los vínculos humanos importan más que “los números y los resultados” en el trabajo, y llamó a cultivar la conciencia de la singularidad de cada persona. “Independientemente del éxito o del fracaso, cada corazón puede desencadenar una revolución suave”, sostuvo.

Al dirigirse a los jóvenes, Francisco enfatizó la importancia de proteger el propio corazón como lugar de decisiones y sueños: “Tú conoces tu corazón: ¡guárdalo! A veces puede dar miedo, y puedes fingir que no lo sientes, pero sigue siendo nuestro, inviolable. Siempre podemos volver allí. Y allí, si tenéis el don de la fe, sabéis que Dios os espera con infinita paciencia”.

Asimismo, denunció la velocidad opresiva que caracteriza el contexto laboral actual, donde las exigencias y recomendaciones constantes pueden alienar a los trabajadores. “Respirando en el cuello de muchas personas, esas muchas peticiones no deben apagar los sueños de las nuevas generaciones ni dejarlas solas y resignadas”, advirtió.

Francisco subrayó que la entrada al mundo laboral debe realizarse de manera conjunta. “De lo contrario, el riesgo es convertirse en engranajes de una máquina, donde aquellos que tienen poder podrían hacer cualquier cosa con nosotros”, indicó. Puso como ejemplo el modelo promovido por la ACLI, que transforma las “intuiciones del corazón” en vínculos sociales y comunidades solidarias.

Finalmente, el Papa agradeció a los adultos presentes por su rol como guías, instándolos a no sofocar la creatividad de los jóvenes. “No corrompamos la novedad. Introduzcámoslos paso a paso en los largos tiempos y las responsabilidades, confiando en lo que se siembra en sus corazones. Allí germina la obra que no aliena, sino que libera”, concluyó.

 

 

 

 

17/12/2024

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