Por Redacción
El informe del Banco Mundial, “La evolución geográfica de la productividad y el empleo: Ideas para lograr un crecimiento inclusivo a través de una perspectiva territorial en América Latina y el Caribe”, advierte que “América Latina solo podrá reactivar su estancado crecimiento inclusivo si logra reequilibrar su modelo de desarrollo para aprovechar mejor las habilidades y el talento de su fuerza laboral urbana”.
En el documento, se asegura que “las ciudades de América Latina y el Caribe se han visto frenadas por la falta de dinamismo, la mala conectividad y las divisiones en barrios pobres y prósperos desconectados”.
El Banco Mundial sostiene que “a causa de la desindustrialización, el empleo urbano se ha desplazado, especialmente en las ciudades más grandes de la región, de las manufacturas a actividades no comercializables menos dinámicas y de baja productividad, como el comercio minorista y los servicios personales y de otra índole, que se benefician menos con la aglomeración, sobre todo en ciudades muy congestionadas”.
“Si bien el empleo en el sector de los servicios comercializables urbanos ha aumentado, el alza ha sido lo suficientemente firme como para compensar la disminución del empleo en el sector manufacturero. Al mismo tiempo, los problemas de conectividad interurbana han menoscabado el desempeño de la red de ciudades de la región, dado que restringen el acceso a los mercados y la capacidad de las empresas para beneficiarse de la especialización reubicándose en ciudades más pequeñas”, se indicó en el informe.
Por otro lado, se explica que “dentro de las ciudades, la conectividad deficiente y la segregación del mercado laboral residencial han limitado los beneficios de la aglomeración a los vecindarios de los distritos comerciales centrales donde operan las empresas formales. La informalidad ha persistido en los barrios de bajos ingresos, cuyos habitantes enfrentan múltiples privaciones”.
Asimismo, Carlos Felipe Jaramillo Vicepresidente Región de América Latina y el Caribe Banco Mundial, expresa en el prólogo del informe que “a nivel regional, se deben intensificar los esfuerzos destinados a mejorar la infraestructura nacional con el fin de reducir los costos del transporte interurbano, coordinando al mismo tiempo con los socios de los bloques comerciales regionales para mejorar la conectividad transnacional. Ello también ayudaría a abolir las regulaciones que limitan la competencia en el sector de transporte, y a acelerar las inversiones en tecnología de la información y las comunicaciones y servicios complementarios”.
Se concluye que “para fomentar el crecimiento inclusivo, los países deben transformar más eficientemente la riqueza natural en capital humano, infraestructura e instituciones, y mejorar la competitividad de la economía urbana. En tal sentido, se esbozan los contornos de dicha strategia de desarrollo, identificando las prioridades en materia de políticas a nivel nacional, regional y local”.