Un nuevo informe del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina dio a conocer que la tasa de desocupación del primer trimestre del año trepó al 9,2 por ciento en la población económicamente activa (PEA) . Según el registro es el índice más alto de los últimos 10 años.
El informe, difundido por la CTA de los Trabajadores de la Provincia de Buenos Aires, señaló que “la tasa de subocupación en el mismo período fue de 9,9% sobre la PEA. La proyección de estas cifras al total del país indica que 1,8 millones de personas estuvieron desocupadas y 2 millones estuvieron subocupadas en ese trimestre”.
El porcentaje de desempleo se explica, según el informe, por el “descenso en la tasa de empleo, que afectó particularmente a los jefes de hogar, al mismo tiempo que se observó una mayor tasa de actividad”, entre otros factores.
“En relación con el empleo asalariado registrado, puede advertirse que tuvo un incremento de 0,4% en 2016 y de 0,5% interanual en los primeros cinco meses de 2017. Este crecimiento estuvo explicado por el comportamiento del empleo público, ya que el empleo en el sector privado cayó 0,7% en 2016 y no se recuperó en 2017: en conjunto los cinco primeros meses de 2017 tienen el mismo nivel de empleo asalariado registrado privado que el mismo período del año anterior” indicó el registró de CIFRA.
Por otro lado se precisó que “la caída del empleo registrado en el sector privado y su posterior recuperación relativa se vinculan estrechamente con el desempeño del sector Construcción, que sufrió la paralización de obra pública de 2016 y que se reactivó desde fines de ese año”.
Otro de los puntos sobresalientes del informe es el que da cuenta de la caída de la fuerza salarial. En tal sentido se detalló: “Los salarios promedio de los asalariados registrados sufrieron una pérdida de poder adquisitivo significativa en 2016, que en el segundo semestre de ese año se ubicó 7,0% por debajo del mismo período de 2015. Los primeros meses de 2017 muestran una evolución salarial más cercana a la variación de precios, de modo que no se registraron pérdidas salariales adicionales, aunque tampoco se recuperó lo perdido en 2016”.
“El salario mínimo, vital y móvil, fijado unilateralmente por el Ministerio de Trabajo, sufriría una pérdida de poder adquisitivo en 2017, que se suma a la que tuvo lugar el año anterior”, concluyó CIFRA.
