Los caricaturistas, no todas, tienen un sentido especial. Para el humor político y, en general, para rozar la parodia; dibujos que hasta pueden ser editoriales. El «cuadro de honor» es el querido «Menchi» (Hermenegildo) Sábat, según «Sócrates», así apodado por el creador de «Hortensia». Oscar Jacinto, nacido en Castelar hace 78 años, cumpliendo medio siglo en el dibujo, en un café de Villa Urquiza se sienta en un sofá para estirarse. Pudo haber sido basquetbolista, 1,96 de estatura, y recuerda que así lo dibujó alguna vez Lino Palacios. Uno de los célebres.
«Estábamos todos invitados a una muestra en Córdoba. En la mesa Garaycochea, Carlos Basurto, el «Negro» Fontanarrosa, «Caloi» y Lino; a lo lejos dibujaba. A mí me hizo con las piernas pasando la mesa, llegando al pasillo», evoca con cariño de aquellos genios. Sin olvidar a Héctor Oesterheld.
El cronista y el dibujante se conocen hace 45 años. Participaron en los comienzos de la Editorial Perfil, fines del ’77. «Un tiempo difícil por los años de la dictadura, pero una Redacción de muy buena gente», reseña «Sócrates», no muy recurrente a los reportajes.
«¿Los comienzos, la vocación?», en clásica pregunta del cronista-amigo.
«Zafé de la colimba por número bajo y el dibujo pasó por el atributo vocacional. Estaba a cargo de una confitería-bowling en el Centro. Mi padre, dueño, me puso a cargo por horas. Muchas. En una oportunidad, entre «birra», final de los «hippies», toda gente joven, llegó el Don», cuenta.
«Ingresó un grandote con otra gente. No sabía que el tipo era Alberto Cognigni, de «Hortensia», revista histórica, Humor en Córdoba. Allí, entre otros, estaban con dibujos «Geno» Díaz y Hermenegildo Sábat», añade.
«Corría el año 1975 y yo recién empezaba. Algunos dibujos míos publicados en «Correo de la Semana» de Francisco «Paco» Manrique. Hizo la extensión del diario «Correo de la Tarde». Mi perfil no ayudaba. Pelo largo, ropa semi «hippie». Otros tiempos. Sin embargo, Manrique me tomó.»
«Alguien supo de un dibujo mío, parodia de López Rega, revista de Manrique, y el creador de «Hortensia» supo de mi estadía, «a cargo» del bowling. ‘¿Así que vos sos dibujante?’, dijo Cognigni. ‘Te llamás Oscar Jacinto. Tenés un apellido que es otro nombre», sostuvo.
«‘Con esa figura sos filósofo. Te quiero contratar para «Hortensia». Pero pensá en firmar como «Sócrates»’, siguió. En el testimonio, Oscar explica: «Así nació «Sócrates», fines del 75’. Se podría añadir: algo poco sabido».
«Todo resultó muy rápido. En Perfil ya «Sócrates», entre 1977 y 1980. Luego el espaldarazo, la llegada a «La Nación». Nada menos que para ser sucesor de Medrano, «gloria en el diario de la familia Mitre», afirma.
«En rigor, mi generación es hija de «Landrú» (Juan Carlos Colombres), padre de «Tía Vicenta», que puso en apuros al gobierno del temido Gral. Juan Carlos Onganía. Otro sobresaliente, Alberto Bróccoli, que impactó con «Juan el Preguntón», como el «Negro» «Caloi» con «Clemente»», evoca Jacinto.
«¿Es cierto lo que dicen los que saben, que vos sos más famoso afuera que aquí? ¿Tus dibujos se conocen en «The Washington Post», «The Miami Herald», Estados Unidos? ¿En Francia, varias publicaciones, lo mismo?», indagó el cronista y amigo.
«Puede ser. Prefiero hablar de algunas cosas que no sabés y tienen que ver con la política, que es tu pasión como el fútbol, siendo que lo mío pasaba por otro lado y quizá hice cosas de poco consciente…», amenaza. «En este tiempo, el impacto del dibujo gráfico tuvo, desde lo cultural, la vigencia en el recuerdo del gran Héctor Oesterheld, el padre de «El Eternauta», enorme compromiso político en los 70, padeciendo la tragedia. Tanto él como sus hijas», agrega.
«La historieta llevada al cine, al cabo de décadas, expresa la vigencia de la cultura popular desde el dibujo gráfico», afirma «Sócrates».
Del anecdotario luego de medio siglo…
«A ver, ¿a ver?», en el contrapunto inevitable.
«La Nación. Llevaba poco tiempo. Me piden una caricatura para la Sección Política. Hago una cara de (José) Martínez de Hoz y lo dibujo con las orejas de «Dumbo». Al rato viene un ordenanza y me dice: ‘Flaco, de la Dirección dicen si podés achicar las orejas en el dibujo’», en la anécdota.
«No voy a poder. Tengo dibujos pendientes para Deportes y hacerlo de nuevo me llevará 45 minutos», respondí. Al rato, de nuevo el ordenanza: «Flaco, tenés que subir a la Dirección. Te espera el Director (Octavio Hornos Paz)».
«Tome asiento, «Sócrates». Así como usted lo dibujó al Ministro de Economía, de muy buena relación con el Diario, no lo podemos dar. Hasta nos parece una falta de respeto. Va a ir otra cosa», sentenció Hornos Paz.
«Está bien. Ustedes son los que conocen la política y desde el periodismo», alcancé a decir.
«Espere, «Sócrates». Queremos que sepa que no va el dibujo, pero con Bartolomé Mitre (hijo), al que hice venir, hace media hora que nos estamos cag…ndo de risa. Vaya nomás», se acordó.
Una hora y algo con el dibujante y amigo. Cien anécdotas.
«La del «Negro» Fontanarrosa con sus pesadillas, recién casado, ¿te acordás?», indaga.
«¿La del centro del Negro Jorge González?», el cronista.
«Dos noches seguidas, de madrugada despierto. Sin poder dormir. Va a la cocina. Toma agua. La joven esposa se alarma: ‘¿Qué pasa, Roberto?’», ella.
«No puedo dormir. En el partido del sábado (Central 1 – Ñuls 0, noviembre del 71 en River, semi-final del Nacional), el uruguayo González, en vez de tirar el centro, luego de su carrera de treinta metros, engancha para adentro. No hubo centro ni «Palomita» de (Aldo Pedro) Poy». Impresionante.
«Como sabés, no soy futbolero como el «Negro» Fontanarrosa, fana de Central, ni «Caloi», River con muñequito («Clemente») Boca. Quizá por eso no aparezco tanto. Igual, no me quejo», cerró con la humildad de siempre. «Sócrates» se aleja.
Centro de Villa Urquiza. Elegante, sobrio.
* Columnista La Señal Medios, «Mundo Amateur», Víctor Lupo, Agencia Nacional y Popular De Memoria y AGN-Prensa.