Por Redacción
La administración nacional, encabezada por Javier Milei, estableció nuevos incrementos en varios servicios esenciales que afectarán a los consumidores durante el mes de julio. Entre los principales aumentos se encuentran las tarifas de luz y gas, las cuotas de las empresas de medicina prepaga, los alquileres y el transporte público.
Según informó la Secretaría de Energía de la Nación, las distribuidoras de energía eléctrica aplicarán un aumento del 3% en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). En este marco, un usuario residencial con ingresos altos (Nivel 1) y consumo promedio pagará alrededor de $39.800. Por su parte, un usuario con ingresos bajos (Nivel 2), que abonó $24.400 en junio, deberá pagar cerca de $25.300.
En cuanto al gas, las tarifas subirán entre un 2% y un 3% a partir de julio, conforme al esquema de ajustes mensuales acordado por el Ministerio de Economía. Desde esa cartera indicaron que el sistema de subas automáticas “busca mantener el equilibrio económico-operativo de la empresa”. En ese sentido, los usuarios de Nivel 1 afrontarán el costo pleno del servicio; mientras que para los Niveles 2 y 3 se aplicarán bonificaciones sobre un “consumo base” tomando como referencia el valor asignado a los usuarios de Nivel 1.
La fórmula diseñada por la Secretaría de Obras Públicas para actualizar los servicios se basa en el índice de salarios, el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) y el Índice de Precios al Consumidor (IPC). En materia de alquileres, la administración derogó la Ley de Alquileres mediante el decreto de necesidad y urgencia (DNU) n° 70/2023.
Sin embargo, los contratos vigentes seguirán rigiéndose por la normativa y las condiciones de actualización hasta su vencimiento. En consecuencia, quienes alquilaron bajo esa ley enfrentarán en julio subas cercanas al 66,1% anual según el Índice de Contratos de Locación (ICL) que elabora el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y que toma en cuenta la inflación y los salarios.
La organización Inquilinos Agrupados indicó que “más del 72% de hogares inquilinos compuestos por una persona es pobre, mientras que esa cifra asciende al 88% en los de cuatro integrantes”. El colectivo resaltó que “esto demuestra el alto impacto de los precios de los alquileres en la economía del hogar y sus consecuencias sociales”. Cuando esos contratos finalicen, los ajustes futuros dependerán de la negociación entre las partes respecto al indicador y la frecuencia para actualizar el monto.
En el sector de la medicina prepaga, luego de que el Gobierno ordenara que los aumentos mensuales no superen los índices de inflación, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal estableció esa regulación. Sin embargo, tras el acuerdo del 27 de mayo entre las empresas y el Gobierno, que contempló la devolución de lo cobrado en exceso hasta mayo de 2024, al menos cinco compañías notificaron subas para julio que superan la inflación. Los incrementos rondan el 2,65%.
En materia de combustibles, el Gobierno oficializó un nuevo ajuste parcial del impuesto que impactará en los precios. Según el decreto de necesidad y urgencia (DNU) n° 441/2025 publicado en el Boletín Oficial, en las naftas se aplicará un incremento de $6,620 por litro en el impuesto sobre los combustibles líquidos y de $0,405 por litro en el impuesto al dióxido de carbono.
Para el gasoil, el aumento será de $5,346 por litro para el gravamen general, $2,895 para la alícuota diferencial que rige en regiones como la Patagonia y zonas específicas del interior del país, y $0,609 por litro por el gravamen al dióxido de carbono.
El Ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires autorizó a las cámaras empresariales un aumento en el boleto de colectivo en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). A partir del 1° de julio, el pasaje mínimo pasará a costar $533,22. Así, los usuarios del transporte público en el Conurbano bonaerense y La Plata enfrentarán un incremento del 3,5%. El boleto de colectivo pasará de $515,04 a $533,22 para quienes utilicen la tarjeta SUBE registrada. Los pasajeros sin SUBE pagarán $778,47.
El ajuste regirá por doce meses y se basa en el mecanismo que actualiza las tarifas siguiendo la inflación más dos puntos porcentuales. Este método ya se aplicó en marzo, con un aumento del 10%, y en abril, con un 4,2%. La suba afectará a los pasajeros de servicios urbanos e interurbanos de media distancia en el AMBA. La administración provincial justificó la medida señalando que busca “garantizar la continuidad y regularidad de los servicios, mejorar la calidad así como las condiciones en la prestación de los mismos”.
Para quienes cuenten con tarifa social, jubilados, pensionados y otros beneficiarios de ANSES, el boleto mantendrá el descuento del 55%. A comienzos de año, las cámaras empresariales del AMBA reclamaron reiteradamente aumentos en las tarifas para avanzar en la paritaria del sector y “garantizar la prestación de los servicios”, en medio de un conflicto con la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que amenazaba con convocar a un paro.