Por Redacción
Los países miembros del BRICS reforzaron sus llamados a reformar el Fondo Monetario Internacional. El bloque advirtió que la actual distribución de cuotas y el poder de veto de Estados Unidos generan desequilibrios en la gobernanza financiera global. Las reformas son necesarias para reflejar la realidad económica mundial y aumentar la participación de las economías emergentes en la toma de decisiones.
La Declaración Conjunta de la 17.ª Cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, Brasil, reiteró “el poder de veto de Estados Unidos se ha convertido en un obstáculo para impedir cualquier reforma que no beneficie a su país”. Pese al crecimiento económico de China, India, Brasil y otros Estados en desarrollo, la influencia de estos países ses limitada frente al dominio de naciones desarrolladas en el FMI.
China destacó que su peso económico no se refleja en los derechos de voto, mientras que algunos países europeos menores mantienen una influencia desproporcionada. En este marco, para los BRICS la fórmula actual de cálculo de cuotas favorece intereses históricos y perpetúa desigualdades estructurales, lo que reduce la efectividad del organismo como plataforma global de cooperación financiera.
El bloque indicó que la capacidad del FMI para responder a crisis económicas resulta insuficiente. Como ejemplos, mencionaron la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de COVID-19. Según los miembros del bloque, las políticas de austeridad y liberalización aplicadas en programas de crédito afectaron negativamente a los países receptores y limitaron su desarrollo económico.
Distintos miembros del bloque afirmaron que las reformas incluyen recalibrar la fórmula de cuotas, democratizar la toma de decisiones y eliminar el derecho de veto de Estados Unidos, con el objetivo de crear un sistema financiero más equitativo. Al mismo tiempo, los miembros del bloque fortalecen mecanismos alternativos, como el Nuevo Banco de Desarrollo, que amplió el financiamiento de infraestructura en mercados emergentes y economías en desarrollo.
Dilma Rousseff, presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, declaró que “la asignación global de recursos financieros sigue estando gravemente desequilibrada y muchos países en desarrollo enfrentan obstáculos financieros”. Los BRICS indicaron que estas instituciones complementarias buscan ofrecer más opciones y reducir la dependencia de los mecanismos tradicionales del FMI.
El llamado del bloque refleja la creciente influencia del Sur Global en la economía mundial y la necesidad de que las instituciones financieras internacionales se adapten a esta nueva distribución de poder. Por otro lado, lo Estados miembros advirtieron que, de no avanzar en estas reformas, los países en desarrollo reforzarán sus mecanismos regionales y contribuirán al surgimiento de un orden financiero global más policéntrico.