Por Redacción
El gasto mensual en servicios públicos esenciales en los hogares del Área Metropolitana de Buenos Aires volvió a aumentar en junio. De acuerdo con un informe del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP UBA-Conicet), una familia tipo sin subsidios necesitó $183.496 para afrontar los costos de energía, agua y transporte. El monto representa un incremento del 10,6% respecto de mayo.
La suba se sumó al aumento del 16,8% registrado en el mes anterior, cuando esa misma canasta había llegado a $166.559. Según el análisis del IIEP, el gasto consolidó una tendencia ascendente, producto del encarecimiento de las tarifas en todos los rubros y del mayor consumo energético provocado por la llegada del invierno.
El informe identificó dos factores centrales detrás del aumento. Por un lado, los ajustes en los cuadros tarifarios de los servicios públicos. Por otro, el incremento en la demanda de gas natural y energía eléctrica, en un contexto de bajas temperaturas. En el caso del gas, el cargo fijo subió 3,5% y el variable 2,5%, con un crecimiento marcado en el volumen consumido. En la energía eléctrica, el consumo también se incrementó y se combinaron subas del 3,3% en el cargo fijo y del 2,8% en el variable.
Respecto del servicio de agua potable, el relevamiento señaló que, si bien hubo un aumento en la tarifa, el consumo presentó una leve caída asociada a la menor cantidad de días del mes. Junio tiene un día menos que mayo, lo que impactó en el cálculo del total facturado.
El transporte público también presionó al alza. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el boleto de las líneas urbanas aumentó un 4,8%, mientras que las líneas interjurisdiccionales, que dependen del Gobierno nacional, aplicaron una suba del 7%. Como resultado, el valor promedio ponderado del pasaje se encareció un 5,8% en relación con mayo.
En términos interanuales, el costo total de la canasta de servicios públicos aumentó un 38% en junio. El informe del IIEP indicó que esta variación se ubicó apenas por debajo del índice de inflación general, que fue del 39% para el mismo período. Según el equipo de investigación, los datos confirmaron la tendencia iniciada en mayo: las tarifas de servicios comenzaron a empatar el ritmo inflacionario.
