Por Redacción
Javier Milei asumió formalmente la presidencia de la Nación este último domingo, el mismo día que se conmemoraban los 40 años del regreso a la Democracia. El mandatario electo, se rehusó a hablar en la Asamblea Legislativa, como es habitual y brindó un discurso en la explanada del Congreso de la Nación, ante un nutrido grupo de simpatizantes de su fuerza.
Durante su intervención discursiva, el Jefe de Estado hizo, en principio un repaso histórico para sustentar sus ideas liberales libertarias. Acto seguido, a partir de datos que no hacen a la realidad nacional justificó el ajuste sobre el Estado. En tal sentido, manifestó que “el kirchnerismo que en sus inicios se captaba de tener superávit gemelos, esto es, superávit fiscal y externo, hoy nos deja déficit gemelos por 17% del PBI. A su vez, de esos 17 puntos del PBI, 15 corresponden al déficit consolidado entre el Tesoro y el Banco Central. Por lo tanto, no existe solución viable en la que se evite atacar al déficit fiscal”.
En esa línea justificó, “es necesario limpiar los pasivos remunerados del Banco Central, que es el que más se ha hecho en la historia de la República Argentina. Es necesario limpiar los pasivos remunerados del Banco Central, los cuales son responsables de los 10 puntos de déficit del mismo. De esta manera, se pondría fin a la emisión de dinero, y con ello, a la única causa de la inflación empíricamente cierta y válida en términos teóricos”.
Asimismo, sin dejar en claro cuál será su programa económico, sostuvo que “dado que la política monetaria actúa con un rezago que oscila entre 18 a 24 meses, aun cuando hoy dejemos de emitir dinero, seguiremos pagando los costos del desmadre monetario del gobierno saliente. Haber emitido por 20 puntos del PBI, como se hizo en el gobierno saliente, haber emitido por 20 puntos del PBI, como se hizo en el gobierno saliente, no es gratis. Lo vamos a pagar en inflación”.
Milei, agregó que “dada la situación de los pasivos remunerados del Banco Central, la cual es peor que la que había en la previa de la hiperinflación de Alfonsín, en muy poco tiempo se podría cuadruplicar la cantidad de dinero y con ello llevar a la inflación a niveles del 15.000% anual. Esta es la herencia que nos dejan, una inflación plantada del 15.000% anual, la cual vamos a luchar contra uñas y dientes para erradicarla”.
En esa línea, reiteró que “este número, que parece un disparate, quiero que sepan que implica una inflación del 52% mensual, mientras que hoy mismo ya viaja a un ritmo, de acuerdo a estimaciones privadas, que oscilan entre el 20 y el 40% mensual para los meses entre diciembre y febrero. Esto es, el gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe, que llevaría a la pobreza por encima del 90% y la indigencia por encima del 50%. En consecuencia, no hay solución alternativa al ajuste”.
Durante otro pasaje de su discurso, señaló: “En el plano cambiario, la brecha oscila entre el 150 y 200%, niveles también similares a los que teníamos en el Rodrigazo. A su vez, la deuda con importadores supera los 30.000 millones de dólares y las utilidades retenidas a las empresas extranjeras alcanzan los 10.000 millones de dólares. La deuda del Banco Central e YPF suman 25.000 millones de dólares y la deuda del Tesoro Pendiente suma unos 35.000 millones de dólares adicionales”.
Sobre esta base de datos que contrastan con lo expuesto por el Ministerio de Economía, días atrás, el presidente reforzó la idea del ajuste: “Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años. Recordemos que en los últimos 12 años, el PBI per cápita ha caído 15% en un contexto donde acumulamos 5000% de inflación. Por lo tanto, hace más de una década que vivimos en esta inflación. Por lo tanto, este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina”.
Al mismo tiempo, al realizar un trazado sobre seguridad, expuso: “En materia de seguridad, Argentina se ha convertido en un baño de sangre. Los delincuentes caminan libres, mientras los argentinos de bien se encierran tras las rejas. El narcotráfico se apoderó lentamente de nuestras calles, a punto tal que una de las ciudades más importantes de nuestro país ha sido secuestrada por los narcos y la violencia”.
“Nuestras fuerzas de seguridad han sido humilladas y maltratadas durante décadas. Han sido abandonadas por una clase política que le ha dado la espalda a quienes nos cuidan. La anomia es tal que solo el 3% de los delitos son condenados. Se acabó con el siga-siga de los delincuentes”, resaltó.
Por otro lado, el libertario acotó que “en materia social, estamos recibiendo un país donde la mitad de la población es pobre, con el tejido social completamente roto. Más de 20 millones de argentinos no pueden vivir una vida digna porque son presos de un sistema que lo único que genera es más pobreza. Como dice el gran Jesús Huerta de Soto, los planes contra la pobreza generan más pobreza. La única forma de salir de la pobreza es con más libertad”.
Milei, abordó la cuestión educativa, donde sobrestimó datos no oficiales: “Al mismo tiempo, 6 millones de chicos hoy a la noche se irán a dormir con hambre, que caminan descalzos por la calle y otros que cayeron en la droga. Lo mismo ocurre en materia educativa. Para que tengan idea del deterioro que vivimos, solo el 16% de nuestros chicos se reciben en tiempo y forma en la escuela. Solo el 16%. Solo 16 de cada 100. Es decir que el 84 % de nuestros chicos no termina la escuela en tiempo y forma. A su vez, el 70 % de los chicos que sí terminan la escuela, no pueden resolver un problema de matemática básica o comprender un texto”.
“En materia de salud, el sistema se encuentra completamente colapsado. Los hospitales están destruidos, los médicos cobran miseria y los argentinos no tienen acceso a salud básica. Tan es así que durante la pandemia, si los argentinos hubiéramos hecho las cosas como la media de los países del mundo, hubiéramos tenido 30.000 muertos. Pero gracias al Estado te cuida y su ineficiencia, 130.000 argentinos perdieron la vida”, añadió Milei.
En su discurso de asunción atacó la presencia del Estado, para ello expresó que “si miramos la infraestructura de nuestro país, la situación es la misma. Solo el 16% de nuestras rutas se encuentran asfaltadas y solo el 11% se encuentra en buen estado. Por eso, no es casualidad que mueran cerca de 15.000 argentinos por año en accidentes de tránsito”.
En esa dirección, el Mandatario aseguró que “no tenemos margen para discusiones estériles. Nuestro país exige acción y una acción inmediata. La clase política deja un país al borde de la crisis más profunda de nuestra historia. Cada uno de ellos tendrá que hacerse cargo de su propia responsabilidad. No es tarea mía señalarlos. No buscamos ni deseamos que se nos desvanezca”.
Del mismo modo, enfatizó: “No deseamos las duras decisiones que habrá que tomar en las próximas semanas. Pero lamentablemente no nos han dejado opción. Sin embargo, nuestro compromiso con los argentinos es inalterable. Vamos a tomar todas las decisiones necesarias para arreglar el problema que causaron 100 años de despilfarro de la clase política”.
Sobre el cierre de sus discurso, reseñó: “Hoy volvemos a abrazar las ideas de la libertad, esas ideas que se resumen en la definición del liberalismo, de nuestro máximo prócer de las ideas de la libertad, el profesor Alberto Benegas Lynch, hijo que dice, el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, cuyas instituciones fundamentales son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la libre competencia, la división del trabajo y la cooperación social”.
11/12/2023