*Por Martín Tomassini
Un debate estéril que pugna por imponer un nuevo formato para llamar o nombrar las cosas o a las personas. Pero en la periferia el verdadero problema para Niños, Niñas y Adolescentes (NNyA) dista mucho de esa pretensión de arreglar todo con el verso o de boquilla, como decimos en el barrio.
Es honra de los hombres proteger lo que crece
Cuidar que no haya infancia dispersa por las calles
Evitar que naufrague su corazón de barco
Su increíble aventura de pan y chocolate. (1)
Según un informe sobre la situación de la niñez y adolescencia en Argentina, que publicó UNICEF, en 2020 la pobreza afectaba al 57% de los menores de 18 años. Se reconoce que existen políticas públicas que abordan esta situación, pero la deficiencia en la articulación entre municipios, gobernaciones y la Nación hacen que se produzca una desigualdad de derechos para Niños, Niñas y Adolescentes (NNyA).
Estos números tiran por la borda un discurso “progre” que intenta simplificar los problemas con soluciones semánticas que nada tienen que ver con la realidad que vivimos. El verdadero debate, entonces, debería ser: ¿Qué hacemos con nuestros niños?
No debe andar la vida recién nacida aprecio
La niñez arriesgada a una estrecha ganancia
Porque entonces las manos son inútiles fardos
Y el corazón apenas una mala palabra
Aunque el trabajo infantil se ha reducido entre 2004 y el 2017 en nuestro país, en la actualidad el 13,3% de los NNyA de entre 5 y 17 años realiza alguna actividad económica, de autoconsumo o doméstica intensa. Lo más preocupante es que entre 75% y 80% de los NNyA en situación de pobreza viven en hogares donde la persona responsable trabaja. Un parte lo hace en empleos precarios, pero otros son asalariados formales. Esto quiere decir que, como nunca en la historia, existen trabajadores en situación de pobreza.
El panorama se complica mucho más después de la pandemia. Según la OIT, a causa de la crisis ocasionada por el COVID-19, el trabajo infantil en Argentina alcanza a 1 de cada 10 niños, niñas de entre 5 y 15 años y 3 de cada 10 adolescentes de entre 16 y 17 años. De los NNyA que trabajan, el 50 % comenzó a realizar tareas durante el ASPO, los que ya trabajaban realizan tareas más intensivas que antes de la cuarentena.
Existen muchos sindicatos que trabajan día a día para la erradicación del trabajo infantil y desde sus organizaciones avanzan en el planeamiento de políticas que protejan los derechos de los niños. Es el caso de Ladrilleros, que viene realizando un trabajo integral donde se busca la eliminación del trabajo infantil y el fortalecimiento de las infancias dignas.
Robo billeteras, pero soy buena gente
Soy una sonrisa sin dientes
Lluvia sin techo, uña con tierra
Soy lo que sobró de la guerra
Entre junio de 2018 a junio de 2019, en la CABA, se produjeron 2044 detenciones de menores. En la “Infografía sobre Detenciones de niños, niñas y adolescentes en la ciudad” que realizó el Observatorio de Cárceles Federales de la Procuración Penitenciaria de la Nación, la “estadística” marcó que de esas detenciones 45 fueron niños y niñas de 9 a 12 años, 784 pre adolescentes de 13 a 15 años y 1215 Adolecentes16 a 17 años. Con un dato particular al menos 100 de los arrestos se produjeron a NNyA en situación de calle.
Los números son alarmantes, pero esto se replica de norte a sur de nuestra Nación. Como siempre, desde la derecha más recalcitrante se busca bajar la edad de inimputabilidad, como si esto por sí solo bastara para terminar con el problema, sin pensar en ninguna otra salida y poniendo la pena como única herramienta para erradicar el crimen. No existen planteos, ni planeamientos para buscar salidas reales que puedan sacar a los pibes de las calles, que se les garantice educación, salud y comida, que los integre a la sociedad y desde allí construir una Patria más justa.
Mirándonos a todos con fábula en los ojos
Un relámpago trunco les cruza la mirada
Porque nadie protege a esa vida que crece
Y el amor se ha perdido como un niño en la calle
En Argentina hay actualmente mas de 9.700 niños, niñas, adolescentes y jóvenes institucionalizados. El 40% de este total son adolescentes y jóvenes de más de 13 años. Las principales causas de ingresos de los NNyA son situaciones de violencia, maltrato y abandono.
Aunque parezca mentira, hay menos niños en condiciones de adoptabilidad que personas anotadas en el registro. Al contrario de lo que se cree, el Estado tiene la obligación de buscar una familia para el menor y no al revés. En muchas ocasiones los postulantes, por creencia, desconocimiento o idealización, tienen una perspectiva errónea e interés diferentes a las necesidades de los NNyA que se encuentran en busca de una familia.
Todo lo tóxico de mi país
A mí me entra por la nariz
Lavo autos, limpio zapatos
Huelo pega y también huelo paco
El Sedronar, en un estudio del 2017, señaló que 60,5% de los chicos y chicas de entre 12 y 17 años consumió alcohol, de ese grupo el 47% lo había hecho en forma excesiva y en más de una oportunidad. La principal sustancia ilícita de consumo entre los jóvenes escolarizados es la marihuana. En los NNyA en situación de calle más del 75% consumió algún tipo de drogas, marihuana en primer lugar, inhalación de tolueno, alcohol y paco siguen en la lista.
Los Movimientos Sociales y el Movimiento de Curas Villeros, trabajan arduamente para sacar a cientos de chicos del flageló de la droga. La lucha es mucha y desigual, la estructura y el dinero que mueven las drogas son un enorme escoyo en la lucha diaria que se da en los barrios.
Pobre del que ha olvidado que hay un niño en la calle
Que hay millones de niños que viven en la calle
Y multitud de niños que crecen en la calle
Yo los veo apretando su corazón pequeño
Según el segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle, realizado en abril del 2019, eran 871 niños, niñas y adolescentes y al menos 40 mujeres embarazadas, las personas en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires. El 75% de estos niños no asiste a la escuela. Menos del 20% completó los estudios primarios.
Son de nuevo los sindicatos y las organizaciones sociales los que se ponen al frente de la lucha social y que terminan conteniendo a un montón de compatriotas que quedaron fuera del sistema. Es la genuina militancia, la que se ponen al hombro la tarea de contención y mitigación de los males que provocan el capitalismo salvaje y el neoliberalismo.
Durante la pandemia se redoblaron los esfuerzos, miles de ollas populares, comedores sociales y recorridas solidarias. Incansablemente se le tiende una mano al que nada tiene, al que quedo en la calle.
Otro ejemplo de esta lucha es el Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, que con la Juventud, como brazo social, viene realizando desde el 2016 ollas populares para personas en situación de calle, trabaja con distintos comedores establecidos en los barrios del conurbano, donde se les da de comer a muchos chicos que de otra manera no podrían completar una dieta más o menos “adecuada”. También, como todos los años realiza alguna actividad del día del niño.
“Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”, decía el General y son entonces las organizaciones libres del pueblo las que levantan bien alta la bandera de la Justicia Social y mientras no haya justicia social, estas estarán en la calle.
A esta hora exactamente
Hay un niño en la calle
Hay un niño en la calle
1- Canción para un niño en la calle» Mercedes Sosa. Compositores: Rene Perez / Armando Tejada Gomez / Popi Spatocco / Angel Ritro
*Secretario Gremial de la Seccional Río de la Plata del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento.
