El escenario sindical al igual que el peronismo busca espacios de reorganización política. Luego del 21F muchos aliados del moyanismo replantearon sus posicionamientos y comenzaron a gestar un proceso de acercamiento en la unidad. El lineamiento interno de las 62 Organizaciones Peronistas se rompió y unos 55 gremios decidieron lanzar su propio sello para trabajar por la unidad en la CGT y en el peronismo.
En la sede de la Unión de Recibidores de Granos dirigentes como Horacio Váldez del Sindicato del Vidrio, Marcelo Pariente de Motoqueros, Juan Carlos Murgo del Sindicato de Empleados del Caucho y Marcelo Peretta de Farmacéuticos y Bioquíicos, entre otros, decidieron romper lanzas con Ramón Ayala, el heredero del Momo Venegas y alejarse de Cambiemos.
Los participantes del encuentro anunciaron que se volverán a reunir en abril cuando en la sede de los textiles se recuerde un nuevo aniversario del paro que Saúl Ubaldini le realizó a la dictadura cívico- militar. La idea es afianzar los lazos de unidad y traccionar para refundar las 62 Organizaciones como brazo político sindical del peronismo.
La ruptura de las 62 Organizaciones generó preocupación en el gobierno que a toda costa necesita demostrar social y políticamente que cuanta con avala sindical para avanzar sobre reformas estructurales que aun no logró imponer. Ramón Ayala no consiguió contener a los sindicatos dentro de un armado político sindical que se alejó de los principios rectores que justificaban su existencia. Con este desmembramiento la organización pierde poder de fuerza. Comenzó el proceso de aislamientos de los sindicatos disciplinados con el gobierno y distantes a las realidades y necesidades que enfrentar los trabajadores.
