Por Redacción
En el marco del 55° Foro Económico Mundial, que se celebró en Davos, Suiza, el Papa Francisco envió un mensaje en el que expresó su preocupación por los riesgos éticos y sociales que plantea la inteligencia artificial (IA). En su misiva dirigida a Klaus Schwab, presidente del Foro, el pontífice destacó que “cuando se utiliza correctamente, la IA ayuda a la persona humana a realizar su vocación, en libertad y responsabilidad”.
Francisco reflexionó sobre “el don de la inteligencia”, que la tradición cristiana considera un “aspecto fundamental de la persona humana, creada ‘a imagen de Dios'”. En este contexto, recordó que la Iglesia católica respaldó los avances en ciencia, tecnología y otras áreas humanas, subrayando la importancia de estos logros cuando están al servicio de la humanidad.
El Papa afirmó que la inteligencia artificial, diseñada para imitar la inteligencia humana, planteó interrogantes relacionadas con la “crisis de verdad” y generó “importantes preocupaciones sobre su impacto en el papel de la humanidad en el mundo”. Subrayó que esta tecnología puede tomar decisiones autónomas y proporcionar respuestas inesperadas incluso para sus propios programadores.
“Como cualquier otra actividad humana y desarrollo tecnológico, la IA debe ordenarse a la persona humana”, sostuvo Francisco, al destacar que su uso debe buscar “una mayor justicia, una mayor fraternidad y un orden más humano en las relaciones sociales”. Advirtió, además, sobre el riesgo de que estas herramientas sean utilizadas para avanzar en un paradigma tecnocrático, donde la dignidad humana queda subordinada a la eficiencia.
Francisco insistió en que “la dignidad de la naturaleza humana nunca debe ser violada en aras de la eficiencia”. Asimismo, declaró que “los avances tecnológicos que no mejoran la vida de todos, pero crean o empeoran desigualdades y conflictos, no pueden considerarse progreso real”.
El pontífice llamó a los gobiernos y empresas a ejercer una vigilancia crítica sobre las aplicaciones de la IA, evaluando si estas promueven la dignidad humana y el bien común. “Los efectos de los distintos usos de la IA no siempre son predecibles desde el principio”, resaltó, y propuso respuestas coordinadas entre individuos, familias, instituciones y gobiernos, siguiendo el principio de subsidiariedad.
Bajo el lema “Colaborando para la era inteligente”, el Foro Económico Mundial de este año abordó los desafíos y oportunidades de las tecnologías emergentes, incluida la inteligencia artificial generativa. Con la participación de líderes mundiales, economistas y representantes de grandes empresas, la inteligencia artificial fue uno de los temas centrales del debate, lo que reflejó la urgencia de discutir su impacto ético y social en un mundo cada vez más digitalizado.
23/1/2025