Por Redacción
El Centro de Estudios Metropolitanos presentó el 11° Monitor del Clima Social que comprende el Área Metropolitana de Buenos Aires y Gran Buenos Aires. El estudio arrojó datos del drama social que se vive en los centros urbanos a partir de la crisis inducida por el gobierno neoliberal de Mauricio Macri.
Según los datos del informe en septiembre del 2019, el 45 % de los hogares disminuyeron la porción de alimentos porque el dinero no alcanzó para comprar comida. El 60 % de los entrevistados confirmó que no le alcanzó el sueldo o el ingreso familiar para llegar a fin de mes. El 67 % de las personas consideró que la situación del país es mala o muy mala. El 41 % cree que puede perder su trabajo a corto plazo y el 55 % afirmó que su situación económica es peor o mucho peor que hace un año atrás.
Tanto el gobierno Nacional como el de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, parecen vivir de espaldas a la población. Mauricio Macri continua en campaña y hace promesas en medio de una crisis social sin paragón, lo que denota sistemáticamente su falta de sensibilidad social. Lo mismo ocurre con sus socios en los distritos más importante del país. Horacio Rodrígez Larreta habla de una Ciudad inexistente que solo produce políticas expulsivas y genera mayor desigualdad social. María Eugenia Vida pone, cada vez que puede, carita de ángel y evade responder sobre la situación desastrosa que generó su gestión en la Provincia de Buenos Aires.
“Nos acercamos a una coyuntura electoral donde alrededor de un 60% de la población tiene fuertes inseguridades económicas: ingresos insuficientes, situación personal mala, miedo a perder el trabajo, pesimismo generalizado. Si se lo compara con la última coyuntura electoral, entre un 10% y un 20% se encuentra peor”, detalló el informe social del CEM.
Otro dato relevante tiene que ver con las expectativas que tiene la población sobre el repunte de la crisis social en manos el macrismo: “Siete de cada diez sostiene que la situación económica del país es mala o muy mala. El 44% de los jóvenes afirma que la situación es muy mala. En octubre de 2017 el pesimismo era del 37%, una diferencia de treinta puntos porcentuales”.
Ante la crisis “El 74% cambió sus hábitos de consumo. Se mantiene por encima del 70% desde hace más de un año. No hay signos de recuperación. En octubre de 2017 el porcentaje era del 57%”, lo que reflejó que “Siete de cada diez limitó los consumos vinculados a la recreación. Es un indicador transversal en términos etarios y geográficos. La crisis del ocio atraviesa, por igual, distintos sectores sociales”.
Finalmente se destacó que “cerca de la mitad de los entrevistados afirma haber disminuido la porción de comida por problemas de ingresos. En el segundo cordón del Conurbano llega al 57%“y ” un tercio afirma haber tenido hambre por problemas de ingresos. En octubre de 2017 quienes contestaban afirmativamente eran el 18%. En el segundo cordón sur y oeste alcanza al 41% de los entrevistados”.