Crisis humanitaria en Gaza: La ONU aseguró que existe «una hambruna intencional y provocada por el gobierno de Israel”

Por Redacción

La Franja de Gaza atraviesa una crisis humanitaria sin precedentes: más de 500.000 personas padecen inanición generalizada, pobreza extrema y muertes que podrían haberse evitado, según un informe reciente sobre seguridad alimentaria elaborado por Naciones Unidas. El análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC) prevé que la hambruna se extenderá en las próximas semanas desde la gobernación de Gaza hacia Deir Al Balah y Khan Younis.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, afirmó: “Es un desastre provocado por el hombre, una crítica moral y un fracaso de la humanidad”. En sus declaraciones, subrayó que la hambruna “no tiene que ver con la comida; es el colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana”.

 Las agencias de la ONU aseguraron  que la situación empeora rápidamente, con un aumento de muertes por hambre, desnutrición aguda y caída drástica del consumo de alimentos, mientras cientos de miles de personas pasan días sin comer. Guterres responsabilizó directamente a Israel como potencia ocupante: “Tiene obligaciones inequívocas en virtud del derecho internacional, incluido el deber de garantizar el suministro de alimentos y medicamentos a la población. No más excusas. El momento de actuar no es mañana, es ahora”.

El coordinador de Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, señaló: “Es una hambruna que podría haberse evitado de haberse permitido la entrada del personal y los suministros vitales de la ONU. En cambio, los alimentos se acumulan en las fronteras debido a la obstrucción sistemática de Israel. Es una hambruna a pocos cientos de metros de la comida, en una tierra fértil”.

El funcionario  agregó: “Es una hambruna del siglo XXI vigilada por drones y la tecnología militar más avanzada de la historia. Es una hambruna promovida abiertamente por algunos líderes israelíes como arma de guerra. La hambruna del mundo nos pregunta: ‘¿Pero qué hiciste?’”.

Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, denunció que “esta es una hambruna intencional y provocada por el gobierno de Israel”. Afirmó que la catástrofe “es el resultado directo de la prohibición de alimentos y otros suministros básicos durante meses” y sostuvo que la propagación de la hambruna aún “se puede controlar mediante un alto el fuego y permitiendo que las organizaciones humanitarias realicen su trabajo”.

El IPC alerta que para finales de septiembre más de 640.000 personas enfrentarán niveles catastróficos de inseguridad alimentaria (Fase 5), mientras 1,14 millones estarán en Fase 4 y 396.000 en Fase 3. Las agencias humanitarias destacan que la escasez de datos en el norte de Gaza dificulta clasificaciones precisas, pero advierten que las condiciones allí son tan graves como en la ciudad de Gaza.

La declaración de hambruna indica que se han superado tres umbrales críticos: privación extrema de alimentos, desnutrición aguda y muertes por inanición. Solo en julio se identificaron más de 12.000 niños con desnutrición aguda, seis veces más que a principios de año.

El daño agrícola es devastador: el 98% de las tierras de cultivo están dañadas o inaccesibles, lo que ha paralizado la producción local. Nueve de cada diez personas han sido desplazadas de sus hogares. Las agencias de la ONU exigen un alto el fuego inmediato que permita la entrega de ayuda humanitaria a gran escala y la liberación de todos los rehenes, alertando sobre las consecuencias catastróficas de una escalada militar adicional.

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