Por Redacción
En un marco económico signado por una profunda recesión y una sistemática caída de los salarios, a partir de este lunes volverán a aumentar las tarifas del servicio del transporte público en el AMBA. El incremento es del 4,3%, en la Ciudad y de un 10 % en la provincia de Buenos Aires. En al rede de subtes, el incremento será de $1.206 por viaje.
Con este cuadro, el boleto mínimo de colectivos en la Ciudad asciende a $593,52, mientras que en el Gran Buenos Aires se eleva a $658, en un escenario donde los servicios de jurisdicción nacional ya habían aumentado a mediados de noviembre y fijaron su tarifa base en $494,83. También se registrará un aumento en los valores del peajes, de este modo, en horario pico se deberá pagar una suma de $4.912,67 en las autopistas Perito Moreno y 25 de Mayo, y $2.042,38 en la Illia. Como es costumbre en estos casos, el gobierno porteño justificó la medida al alegar que era necesario recomponer las tarifas, dado que los colectivos continúan con una cobertura de subsidios del 70% y el subte llega al 76,3%.
En las 30 líneas de colectivos administradas por la Ciudad, las tarifas quedan fijadas en $593,52 para tramos de 0 a 3 kilómetros; $659,50 para recorridos de 3 a 6 km; $710,31 entre 6 y 12 km; y $761,15 para trayectos de 12 a 27 km. Entre los argumentos oficiales también se mencionan tareas de modernización en más de 1.600 unidades, que incluyen nuevos validadores, cámaras y mejoras en los recorridos.
El Ejecutivo porteño sostiene que se impulsa la renovación de la flota hacia energías limpias, con incentivos para que las empresas incorporen unidades a gas o eléctricas. Una resolución vigente establece que desde enero de 2027 las nuevas incorporaciones deberán ser exclusivamente de ese tipo cada vez que se dé de baja un vehículo gasolero. Según estimaciones oficiales, hacia 2026 el 15% de la flota será eléctrica o a gas, y el porcentaje aumentará al 30% en 2027. Esto le permite aplicar incrementos que no contemplan al bolsillo de los trabajadores.
