*Por Redacción
El acuerdo entre la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios, que conduce Armando Cavalieri, y la empresa de capitales franceses, Carrefour, representa un avance del gobierno en la imposición de la flexibilización laboral. El último 6 de abril el sector empresarial presentó un preventivo de crisis lo que le permitió al Ministerio de Trabajo, en complicidad con la actual Conducción de Comercio, elaborar un acuerdo que condiciona las relaciones laborales de los trabajadores y sienta un lamentable precedente para el ámbito laboral.
¿Siempre pierden la empresas de grandes capiteles o el recurso de la victimización les da la posibilidad de bajar costos en mano de obra? ¿Por qué los trabajadores son obligados a ser socios en las pérdidas mientras están excluidos de las ganancias? Lo que parece una lógica del neoliberalismo es parte de la estructuración que el modelo necesita. Sin embargo, más allá de lo funcional de ciertas dirigencias sindicales, las bases asumen protagonismo y en este caso rechazaron el acuerdo.
Desde el Ministerio de Trabajo, conducido por el empleador en negro Jorge Triaca, destacaron que la empresa se “compromete a preservar los puestos de trabajo, la capacitación de trabajadores que decidan acceder al acuerdo voluntario y el otorgamiento de algunos beneficios adicionales para embarazadas, personas de mayor antigüedad y matrimonios”.
Lo que no se resaltó es la parte oscura del acuerdo. Donde la empresa bajó un 50 % los aportes patronales e impuso retiros voluntarios del 150 % de indemnización hasta el el 2019 y salarios a la baja. No hace falta ser muy perspicaz para comprender lo que ha buscado la empresa con el mentado preventivo de crisis. Lo que la Cartera Laboral festeja es el triunfo de la patronal por encima de los derechos laborales.
La organización sindical explicó, de alguna manera, que se eligió entre el mal menor: “La gestión de la Federación fue de suma relevancia para evitar despidos, suspensiones y cierre de sucursales y alcanzar un veredicto favorable, que garantizó la sustentabilidad y las condiciones de trabajo de un conglomerado de aproximadamente 19.000 trabajadores”.
Cavalieri ha demostrado ser complaciente con las corrientes neoliberales que han gobernado el país. No obstante el conflicto con Carrefour es un punto de inflexión para los trabajadores y las distintas seccionales del sindicato. El Secretario General de la federación perdió anclaje en su base y seccionales como capital, por ejemplo, rechazaron el acuerdo y realizaron medidas de fuerza. Es claro, no todos los trabajadores están dispuestos a elegir entre el mal menor y perder derechos para preservar a una multinacional que solo quiere maximizar ganancias.