Por Redacción
La jornada del último 24 de enero quedará plasmada en la memoria colectiva como el punto de quiebre para el gobierno de Javier Milei. Lejos de las apreciaciones oficiales que sobre abundan en expresiones descalificadoras, que subestiman la capacidad de acción y construcción política de la clase trabajadora y de sus organizaciones sindicales, el Movimiento Obrero quebró las marcas de una gestión que tan solo en 45 días dilapidó su capital político declarándole la guerra a las y los trabajadores.
El paro general tuvo un alto acatamiento a partir de su concreción a las 12 horas del miércoles. La movilización popular se evidenció histórica por su magnitud. A nivel nacional, la medida se replicó con igual contundencia. Las marchas también fueron masivas. Efectivamente el gobierno acusó recibo, ello se pudo apreciar en las declaraciones de Patricia Bullrich primero que intentó bajarle el precio a la jornada y después en los dichos del presidente Javier Milei.
La calle es un escenario esquivo para los reaccionarios. Los discursos, que durante el acto central en las inmediaciones del Congreso coronaron la jornada, fueron elocuentes en tal sentido. Tanto Pablo Moyano como Héctor Daer, conductores de la Central Obrera pusieron de relieve el diagnóstico que la dirigencia sindical tiene sobre la actual coyuntura. Tampoco escatimaron palabras para subirle la apuesta el gobierno, sobre todo porque éste no pretende guardar ninguna relación equilibrada con la institucionalidad democrática.
Los datos oficiales hablan de más de 700 mil personas movilizadas solo en la ciudad de Buenos Aires, por lo que es obvio que el protocolo represivo de la ministra de Seguridad, aficionada a la violencia institucional, no se respetó. El despliegue de fuerzas de seguridad fue sobre-actuado, digno de la apariencia mediática, sostenido sobre la falsa argumentación del sentido del orden. Fue una movilización masiva y no se registró un solo incidente. La organización de las y los trabajadores permitió el despliegue social sin ningún tipo de violencia más allá de las provocaciones un tanto obvias de la policía.
Ante la multitud congregada en Plaza Congreso, Daer expresó: “Hoy vinieron acá la CGT, las CTA y todos los sindicatos y organizaciones obreras de nuestro país, los científicos, la cultura, el deporte, los inquilinos, los jubilados, los socialistas, los de izquierda, de la Unión Cívica y los radicales que no olvidan a Yrigoyen ni a Alfonsín”.
Al mismo tiempo, pidió a los Diputados de todas las fuerzas políticas que “no actúen agazapados en la oscuridad, miren al pueblo a la cara. Vamos a seguir la lucha hasta que lleguemos al éxito, hasta que caigan el DNU y la ley ómnibus; no vamos a dar un paso atrás”.
A su turno, Pablo Moyano, aseguró que los responsables de respaldar en el Congreso a la clase trabajadora son los legisladores que “hacen campaña cantando la marcha, con los cuadros de Perón y Evita, pero cuando tienen que tratar una ley se esconden y los tenemos que venir a buscar a su despacho”.
“Un peronista no puede votar este DNU que va en contra de los trabajadores y la soberanía nacional. Le pedimos a los diputados que tengan dignidad y principios y no se ofendan si les dicen algo en los medios. Le pedimos que no traicionen a los trabajadores, a la doctrina del peronismo, que es defender a los laburantes, a lo que menos tienen y a los jubilados”, enfatizó el dirigente sindical.
Por otro lado, advirtió: “No se les ocurra poner otra vez el impuesto a los trabajadores. Si son tan guapos aumenten el impuesto a las grandes fortunas, aumenten las retenciones, pero no a los trabajadores”.
En su intervención discursiva, Moyano, resaltó: “Hace pocos días el Presidente, en forma risueña, dijo que al ministro de Economía, por las medidas que estaba tomando, hay que llevarlo en andas. Fue mismo ministro de Economía que fue socio de Macri, que fugó 45 mil millones de dólares y que debería estar desfilando por tribunales dando explicaciones. Y yo le digo ante miles de compañeros que si leva adelante estas medidas económicas de hambre, ajuste y despidos, los trabajadores, los jubilados y los más humildes lo van a llevar en andas al ministro pero para tirarlo al Riachuelo”.
El cierre del acto estuvo a cargo de la referenta de Madres de Plaza de Mayo, Taty Almeida, quien manifestó: “Aquí estamos junto a todos ustedes para repudiar el DNU y la Ley Ómnibus, que este nefasto gobierno quiere implantar. Es muy importante ver la unidad que hemos formado y que se ha demostrado con hechos, no solo con palabras”.
En el mismo sentido motivó a la militancia a no bajar los brazos, “se lo decimos nosotras, las locas, que a pesar de los bastones y las sillas de ruedas seguimos de pie. Nuestras hijas y nuestros hijos eran trabajadores”.
La desconcentración fue en calma, con absoluta tranquilidad. La jornada quedará grabada en la conciencia popular por lo que expresó en términos sociales, culturales y políticos. El Movimiento Obrero es el pilar sobre el cual se construye la arquitectura de la integración social basada en la independencia económica, la soberanía política y la Justicia Social.
25/1/2024