*Por Cristian Ricle
Desde que asumió esta renovada Comisión Directiva Central, en el Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, allá por junio de 2017, uno de los objetivos primordiales planteados por nuestro Secretario General, Juan Carlos Schmid, fue el de salir a recorrer la enormidad de nuestro territorio nacional para lograr la representación de aquellos trabajadores que realicen actividades de dragado, balizamiento y afines, cualquiera fuere el ámbito laboral.
En la actualidad, estos trabajadores están mal representados o no tienen organización sindical que bregue por los derechos sus colectivos.
Es bueno refrescar lo enunciado en el art. 1° de nuestro estatuto sindical:
“agrupara y representara a los trabajadores que se desempeñan en tareas de dragado y balizamiento, relevamiento, obras portuarias y de los apoyos logísticos (tripulantes, oficiales y subalternos de los artefactos navales y unidades de dragado y balizamiento de sus unidades de apoyo, personal de estudio, planificación y relevamiento, mantenimiento, profesionales técnicos, personal administrativo, de intendencia y obreros y empleados de todas las categorías y funciones) de la actividad, en la Dirección Nacional de Construcciones Portuarias y Vías Navegables u Organismo que lo remplace. Del mismo modo agrupara y representara a la totalidad de los trabajadores YA SEAN TRIPULANTES O NO, en sus diversas categoríasyfunciones que presten servicios en la actividad de dragado y balizamiento, relevamiento, obras Portuarias y de sus apoyo logístico ya sea que se desempeñan en la actividad privada o en empresas o entes públicos, privados mixtos, consorcio de gestión portuarias, ya sean nacionales, provinciales, municipales y/o mixtos”.
Al analizar esta declamación queda claro que no solo tenemos que representar a los tripulantes, es decir los que poseen documentación para enrolarse a bordo de un buque de la Marina Mercante, sino también a todos los trabajadores de esta linda y amplia actividad.
Por esto hemos iniciado una travesía que nos llevó a recorrer tierra adentro la Cuenca del Salado, en el territorio bonaerense de las localidades de San Miguel del Monte, Lobos, Roque Pérez, realizándolo tanto por tierra, por aire como por agua.
Por tal motivo, nuestra organización buscó los métodos necesarios para conseguir este objetivo, por ejemplo, contratar una avioneta para cotejar los artefactos navales que se encuentran dragando.
Es una labor muy difícil, primero por los lugares inhóspitos donde se realizan las obras y segundo por las empresas, en realidad por algunos de los empresarios argentinos. Por ejemplo, en el interior de la provincia de Corrientes, en el Puente Pesoa, se tuvo que discutir con empresas constructoras para explicar que la actividad que estaban realizando algunos de sus empleados no era propia de la construcción.
Es noble destacar que esta labor titánica no hubiera sido posible sin la grandeza y humildad de los y las dirigentes de la UOCRA.
Son un sin número de malos tragos y algunas pocas conquistas. Mientras los empresarios están muy cómodos con el régimen laboral que aplican, siempre buscando el beneficio propio y olvidándosede los trabajadores. Creemos que esta tarea que hemos comenzado todavía está muy verde, pero con el esfuerzo de todos, más temprano que tarde, dará sus frutos.
Otro ejemplo de esta labor se dio hace unos días atrás. La organización sindical contrató una embarcación (lancha) para recorrer una obra de dragado que se está iniciando en la zona de la Reserva de Otamendi, perteneciente al partido de Campana, en las Islas del Delta. Algunos dirigentes embarcaron en el Dique Lujan y luego de navegar más de una hora y media llegaron a la obra en el Canal Santa María.
Se trata de la “Ampliación de la Capacidad del Caudal del Canal Santa María – Rio Lujan” con el objetivo de minimizar las inundaciones de las localidades desde la Ciudad de Lujan hasta el Rio Paraná de la Palmas, la cual fue adjudicada a la Unión Transitoria (U.T.) de empresas SABAVISA S.A. – PENTAMAR S.A..Como de costumbre la organización gremial nunca fue notificada de esta obra de semejante magnitud. Por ende, la U.T. mantuvo los trabajadores bajo la órbita de la UOCRA y, como ya estamos acostumbrados, tuvimos que empezar todo un proceso para lograr la aplicación de los convenios correspondientes, objetivo no logrado hasta el momento.
La recorrida se realizó en forma secreta, sin el conocimiento de las empresas. Se verificaron las condiciones laborales de seguridad e higiene de los trabajadores. Como es habitual, las mismas son deplorables.
En el detalle se encontró que los compañeros trabajan más de 12 horas diarias. En el lugar donde se efectúa la obra hay un pontón con 4 containers. Estos hacen de dormitorios, cocina-comedor y baños. Para hacer una descripción real del estado general de las instalaciones un trabajador dijo, apenas subimos al pontón, “acá estamos los bolivianos del dragado”. Sin compartir el término prejuicioso, entendimos su expresión y comprobamos las miserables condiciones en que viven. Entre 8 y 10 trabajadores, se encuentran hacinados en pequeñas habitaciones de 3×3. Estos ambientes deberían ser el lugar donde los obreros tendrían que descansar, esparcirse, distenderse para que en la jornada siguiente se encuentren lucidos y para desarrollar sus tareas correctamente y con seguridad. Se observa por todos lados que las condiciones laborales, de estos compañeros, están fuera de toda norma legal y/o convencional.
En este contexto es en el que nos estamos moviendo, con una sociedad que día a día le importa menos el otro, la solidaridad, una palabra tan simple, que muchos la tienen tan incorporada a su vocabulario pero que, al momento del HACER, solo queda en palabras.
Tenemos que seguir en esta lucha, aunque sea con más sin sabores que alegrías, debiendo recordar que cada acción de un dirigente sindical se traduce inmediatamente en perjuicio o beneficio de los trabajadores y así como muchos argentinos y argentinas realizan actividades desinteresadamente por el prójimos y en beneficio de nuestra Patria, nosotros debemos tomar decisiones siempre pensando en cómo beneficiamos al otro, al trabajador y trabajadora de esta hermosa Nación, mandato que esta sociedad espera de los sindicatos para lograr la tan anhelada JUSTICIA SOCIAL.
*Cristian Ricle es Secretario de Relaciones Exteriores e Interior del Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento.