Por Redacción
El violento temporal que arrasó en las últimas horas a Bahía Blanca causó el fallecimiento de diez personas y dejó a la ciudad sumida en el caos. Las calles se transformaron en ríos de agua y barro, mientras que el colapso de la infraestructura agravó la situación de los vecinos, muchos de los cuales siguen sin luz, agua potable ni comunicación estable.
El desborde de los arroyos Napostá y Maldonado intensificó los destrozos, arrastrando vehículos, derribando postes y anegando barrios enteros. Varios puentes sobre el canal cedieron ante la fuerza del agua, lo que generó la interrupción de la circulación y dificultó las tareas de asistencia. En tanto, las calles quedaron cubiertas de árboles caídos, restos de automóviles y escombros, en un escenario de desolación.
Las fuerzas federales y provinciales trabajan en el área afectada con operativos de rescate y asistencia. Equipos del Ejército, Gendarmería, Prefectura y la Policía Federal, junto con bomberos y efectivos de la Policía bonaerense, desplegaron operativos para auxiliar a las familias damnificadas y remover los escombros. También se sumaron brigadas de rescatistas enviadas desde La Plata.
Ante la magnitud de la emergencia, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, viajó a la ciudad para coordinar las respuestas con el Comité de Crisis local y el intendente Federico Susbielles. “La situación es crítica, estamos priorizando la asistencia a los vecinos y la reconstrucción de los servicios esenciales”, expresó Kicillof tras la reunión en la que también participó el ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, y el de Transporte, Martín Marinucci.
Horas antes, Susbielles había mantenido encuentros con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el ministro de Defensa, Luis Petri, para articular el apoyo del gobierno nacional. La presencia de Kicillof y Bullrich en la misma mesa llamó la atención, dado el enfrentamiento reciente entre ambos funcionarios por la crisis de seguridad en la provincia.
Mientras las autoridades evalúan los pasos a seguir, los habitantes de Bahía Blanca intentan sobreponerse a la catástrofe. En las calles, los vecinos revisan sus vehículos dañados, intentan recuperar pertenencias y sacan muebles empapados para secarlos al sol. La reconstrucción demandará tiempo y recursos, pero la prioridad inmediata es la asistencia a quienes perdieron todo en el temporal más devastador de la historia reciente de la ciudad.
Según fuentes consultadas por AGN Prensa, el “panorama es un desastre, de película”. Por otro lado, las comunicaciones todavía no fueron restablecidas lo que dificulta el contacto de las familias. Asimismo, una gran parte de la región se encuentra sin luz y escasea el agua potable. Si bien el agua ha bajo, persisten zonas inundadas lo que agudiza la crítica situación.
8/3/2025
