Por Redacción
El Ministerio de Defensa, a cargo de Luis Petri, mantiene una agenda de cooperación con el Reino Unido en el mismo momento en que la potencia europea desarrolla maniobras militares en las Islas Malvinas. Las actividades británicas en el Atlántico Sur incluyen el ejercicio “ExCape Sword”, el quinto del año, que vulnera la Resolución 31/49 de Naciones Unidas, la cual insta a las partes a no alterar la situación en el territorio en disputa.
La Embajada Británica en Buenos Aires convocó a jefes de distintas áreas de las Fuerzas Armadas argentinas, entre ellas Inteligencia, Infantería de Marina, Doctrina y Educación, a una reunión reservada para debatir “estrategias de combate contemporáneas”. El encuentro no figura en la agenda institucional del Ministerio y se desarrolló sin registro formal, lo que generó cuestionamientos sobre su carácter y objetivos.
Las acciones se produjeron mientras el gobierno argentino reforzaba su alineamiento con los Estados Unidos y el Reino Unido. Entre los puntos más recientes figura la adquisición de aviones de combate F-16 a Dinamarca, que serán entregados sin radares de largo alcance ni capacidad de ataque aeronaval. Especialistas en defensa advirtieron que la configuración de las aeronaves limita su capacidad operativa en la zona del Atlántico Sur.
Por otro lado, continúan las conversaciones con el Comando Sur de Estados Unidos para establecer una base en Ushuaia. El proyecto se presenta bajo la justificación de “cooperación antártica” y “asistencia en seguridad”, pero involucra un área de relevancia estratégica cercana al Estrecho de Magallanes.
El contexto regional sumó un nuevo respaldo a la posición argentina sobre la cuestión Malvinas. En la última reunión del G77+China, el bloque compuesto por 134 países reiteró su rechazo a cualquier acción unilateral del Reino Unido en las islas y reafirmó el llamado al diálogo. Sin embargo, la Cancillería argentina no emitió comunicados públicos en relación con ese pronunciamiento.
Las distintas decisiones adoptadas por el Gobierno reflejan un cambio de orientación en materia de defensa y política exterior. Mientras las maniobras británicas se multiplican en el Atlántico Sur, los acuerdos firmados por la Argentina con las potencias del eje atlántico norte reconfiguran el modo en que el país aborda la cuestión Malvinas dentro de su política de soberanía.