*Por Walter Castro
En los últimos días de agosto y los primeros días de septiembre los Corsarios que habitan al sur de nuestro territorio, al mejor estilo antiguo de Nassau, capital de Bahamas, se encontraron una realidad que ellos temían pero que ya hoy comenzó a ser visible, y decimos Corsarios porque no llegan a piratas, pero si roban, saquean y administran con la venia y complicidad de un gobierno, en este caso el de Inglaterra, los recursos naturales de un tercero, en este caso Argentina.
La realidad que se hizo palpable y que enciende las alarmas del gobierno kelpers es que en el transcurso de tan solo diez días dos buques de gran porte, propiedad de capitales Noruegos, (algo que advertimos allá por el 2016), hicieron explicita su intención de mudar sus operaciones al Atlántico Sur, operar en aguas “internacionales” y adyacentes a Malvinas, pero con base en Uruguay.
También advertimos que el Reino Unido pagaría su salida del bloque europeo o “brexit”, con operaciones de algunos de sus territorios de ultramar y se lo pagaría a los países nórdicos, hoy con más preponderancia en Bruselas a punto tal que dictan políticas pesqueras diferenciadas del resto de Europa, en las islas Feroe por ejemplo.
Los buques en cuestión son el “Ocean Azul”, un buque palangrero de última generación propiedad de la empresa de capitales noruegos “Pesquera Azul” y que instaló su base fuera de Malvinas pero que será destinado a la captura de la “Austro merluza” especie que según su tamaño y al ser capturada sin red, puede alcanzar más de veinte mil dólares la tonelada. El otro buque en cuestión es el arrastrero congelador “Grande Hermine”, propiedad de la empresa Saint-Malo Fisheries Company, quien supo ser líder en la región del Gran Sol y emblemático de la pesca bretona.
Esta empresa viene, con toda su operación, a instalarse a Uruguay y lo avisamos hoy, a tan solo dos días de haber escuchado encendidos y emotivos discursos en defensa de la industria naval Argentina en su nuevo aniversario. Esta empresa cuenta entre sus activos con varios buques “Gransoleros obsoletos” de los que pretende desprenderse “En el mercado de los usados de Latinoamérica”. Sólo será cuestión de esperar y observar sobre todo alas autoridades de pesca e industria.
Por lo pronto, hoy la industria de la pesca de Malvinas muestra su descontento con el poco o nulo nivel de participación a propósito del Brexit, sus exportaciones se ven seriamente amenazadas con aranceles sino hay acuerdo con la Unión Europea.
El Director de Fortuna Ltd. expresó que “al margen del problema del Covid-19, la industria se encontraba en el tema Brexit “con un elefante en la sala”. Claramente decimos que se trata de un botín que se disputa al norte del Ecuador, de lo contrario no se justificaría hacer más de diez mil kilómetros para saquear nuestro territorio.
Hoy, en lo que se denomina “La segunda temporada de Loligo”, que no es más que calamar argentino, al que los argentinos no podemos acceder por tener el territorio ocupado: En solo tres semanas ya se llevan capturados cerca de 17.000 toneladas de calamar y 30.000 de merluza, en cifras son algo más de 650 millones de dólares o 50.000 millones de pesos. A su vez, a un valor promedio en el mercado europeo de 11 euros el kilo, las capturas de calamar de tan solo estas tres últimas semanas es decir 17.000 (t) equivalen a unos 221 millones de dólares o 16.500 millones de pesos.
Es solo cuestión de que alguna vez pensemos seriamente en hacer nosotros mismos, los Argentinos, esas capturas y con el debido incentivo agregarle valor. Ahí sí, con nuestros recursos integrarnos verticalmente desde la captura pasando por su elaboración y posterior exportación quizá así desalentemos a las flotas de todo el mundo a venir a saquearnos.
No podemos seguir con el cuadro de arancelamientos como los que tenemos hoy con España, donde si nosotros le damos valor agregado a la captura, para ingresar a su mercado, pagamos un 14 % de arancel y si ellos se llevan las capturas sin procesar lo hacen con arancel cero y encima después, como es poco, la flota la vamos recambiando en sus astilleros. ¿Así a qué trabajadores estamos cuidando? ¿Realmente creemos que nuestros recursos solo los puede comprar Europa/España ?
¿Tal la dependencia cultural, económica que no nos permite pensar en nuevos mercados? Sin dudas, toda la basura obsoleta que nos mandaron en los ´90 a cambio de cedernos sus frentes de atraques y líneas de frío en la ría de Vigo ya debieran haber sido generosamente amortizadas. En este contexto y como corolario la Directora de Recursos Naturales, Dra. Andrea Clausen, informó a la Comisión de Pesca que al 24 de agosto se habían extraído unas 17.000 toneladas de Loligo.
*Secretario General del Sindicato de la Actividad Naval Mar del Plata
14/9/2020
