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América Latina, la situación en la región: Entrevista al embajador argentino en la OEA, Carlos Raimundi

Por Redacción

América Latina es hostigada por la pandemia y sus efectos, así como también por las políticas neoliberales que se han desarrollado en la región para descomponer el tejido social que daba cuenta de lazos de resistencia a la imposición del colonialismo económico. La región se ha visto azotada por un flagelo de mayor incidencia que el COVID a partir de la diagramación de un modelo de exclusión solo sostenible si se eliminan a los gobiernos populares.

Haití, Colombia, Chile, Perú, Brasil y ahora Cuba, son muestras cada uno con sus particularidades de como el poder colonial intenta preservar sus privilegios a cualquier precio. Para ello se urde un entramado de complejas tramas que se nutren de los sirvientes ideológicos internos para hostigar a los gobierno populares, en algunos casos y  a la organización en otros.

AGN Prensa entrevistó al Embajador argentino en la OEA, Carlos Raimundo, para reflexionar sobre el presente convulsivo de la región, así como de las posibles alternativas que permitan a la Patria Grande salir de una crisis que parece no tener fin.

-¿Cómo ha impactado la pandemia, en términos políticos, en la región teniendo en cuenta lo que vemos que está sucediendo en distintas partes de América Latina frente a un cambio, si se quiere,  de relaciones de fuerzas en el mundo.?

La pandemia tendría que haber creado las condiciones para la revalorización del Estado, de lo público, y de la solidaridad y responsabilidad  social.  Probablemente, por una débil intervención de la política para aprovechar esas condiciones, le dejó demasiado espacio a la reivindicación del individualismo, de la meritocracia, del sálvese quien pueda, de una libertad, de una falsa idea de la libertad entendida únicamente como la ausencia de las restricciones.

La libertad de salir a tomar cerveza como un valor supremo en lugar de la responsabilidad social, del cuidado colectivo, se hizo entrar en una falsa contradicción: economía y salud, cuando lejos de ser contradictorios la salud es siempre requisito para la economía. Lo que pasa que hay sectores de la acumulación económica de capital que se vieron muy resentidos por la ausencia de trabajadores, entonces no les importan los contagios, no les importa el descontrol siempre y cuando tengan trabajadores en su planta, lo que confirma, una vez más,  que la base de la ganancia está en el trabajador  y no en el capital, porque el capital siguió existiendo y aun así no pudo generar ganancia.

¿Por qué? Porque lo que faltaban eran los trabajadores en sus lugares de trabajo. Ahora, para preservar a los trabajadores en su lugar de trabajo hay que cuidar la salud colectiva, la salud pública. Todas estas cosas son derivados de la pandemia que al haber generado  un detenimiento del crecimiento económico lo que trajo también es un aumento de las desigualdades que ya veníamos arrastrando con anterioridad.

-¿Esto por si solo  explica algunas situaciones que se están viviendo en distintos países de la región?

Es probable que la puedan haber intensificado, que la puedan haber acentuado, pero la aplicación de modelos neoliberales con o sin o sin pandemia hubieran traído la protesta social, la movilización, la reacción, el hartazgo, así que no creo que sea únicamente culpa de la pandemia. Da la impresión que la pandemia lo que hizo fue agudizar problemas estructurales de desigualdad que ya se venían arrastrando por la aplicación de modelos neoliberales, no es que se modificó con la pandemia, a lo sumo, se puede haber acentuado, pero el neoliberalismo causó estragos con y sin pandemia.     

– En este marco hay que estar muy atentos a estas situaciones que estamos viviendo en los últimos días, teniendo en cuenta lo que paso en Haití, lo que está pasando en Colombia, Chile en su momento, y ahora lo que se empieza a visualizar en Cuba, ¿Cómo hay que observarlo y qué  es lo que debe predominar en este momento?

– Voy a tratar de decirlo en términos generales y conceptuales, porque siendo funcionario de gobierno no quiero que ningún país en particular se  sienta afectado por una declaración. Voy a tratar de hablar en términos conceptuales: Lo que tenemos que evitar es, o mejor dicho tenemos que estar atentos a lo siguiente, a que hay intereses que no toleran políticas soberanas, no toleran que un país trate de adueñarse de sus propios recursos naturales, que tratan de mantener controles, ya sean controles civiles, económicos o militares, entonces impiden políticas soberanas.

Tratan de desestabilizar modelos soberanos creando sanciones, financiando organizaciones de la sociedad civil cuando no pueden obtener resultados electorales y entones se crean los mecanismos de los golpes blandos, eso pone a la defensiva a determinados gobiernos que tienen que apelar a su legislación para defenderse y entonces se comienza un proceso de escalda de la conflictividad y lleva a sanciones económicas, bloqueos económicos,  confiscación de los recursos, desabastecimiento.

Al haber desabastecimiento obviamente la gente, el pueblo,  lo sufre, entones ahí nace la idea de que al existir una crisis humanitaria lo que hay que hacer es intervenir desde el extranjero para resolver una crisis que en general fue creada por la propia intervención extranjera. Entones se crea el problema para después buscar la excusa de la intervención externa para resolver los problemas que esas mismas sanciones impuestas desde el exterior crearon y esa es la lógica de la cual tenemos que salir.

Por ejemplo, esta situación que se ha producido  en Cuba en las últimas horas, todos queremos que en nuestros países no haya pobreza, que no haya hambre,  que no haya desigualdad. Ahora, lo primero que hay que hacer para evitar eso es permitirle al país que pueda comerciar, que le puedan ingresar productos, que pueda tener actividad económica, que pueda tener importaciones y exportaciones, y eso la República de Cuba no lo puede hacer desde hace más de 60 años porque está bloqueada, es decir, que la primera salida contra el hambre que pueda haber,  o los problemas sociales o económicos que pueda haber en esa isla,  es levantar el bloqueo como acaba de ratificar el Presidente de México, López Obrador, o como lo acaban de decir 184 países en la última votación de la Asamblea de la Naciones Unidas.

Entonces,  en lugar de apoyar con financiamiento, con redes sociales, con desabastecimiento y con bloqueo las protestas en Cuba lo que hay que hacer para aflojar esa situación. Para aliviar esa situación es el inmediato levantamiento del bloqueo.

– En esta perspectiva se ubica lo ocurrido con  el gobierno de Mauricio Macri y esta denuncia, que en las últimas horas realizó el Gobierno de Bolivia. ¿Es parte del mismo abordaje?

Allí hay un punto de partida, en el tema de Bolivia, que es cuando en el año 2019 se efectúan las elecciones y el informe electoral de la OEA denuncia un fraude en esas elecciones. Un fraude que nunca existió,  ese informe fue denunciado por academias, por universidades, por institutos de investigación y por propios congresistas de los Estados Unidos, que son insospechados de cualquier vestigio de comunismo, de castrismo o de izquierdismo, pero que sí tratan de tener una visión institucional, y por lo tanto, desautorizaron completamente la denuncia de fraude que había hecho la OEA.

A partir de esa denuncia de fraude hay sectores, tanto políticos, como militares y policiales de Bolivia, que se sienten liberados para efectuar un golpe de estado, ese golpe de estado coloca a una presidenta de facto, que es  Jeanine  Áñez y el gobierno de la Argentina, entre otros, la reconoce inmediatamente, al gobierno de Macri me estoy refiriendo. 

Hay una diferencia esencial de comportamiento entre el gobierno de Macri y el gobierno de Alberto Fernández que tenía que asumir, que construye un salvoconducto para salvar la vida de muchos dirigentes bolivianos. Primero se radican en México  y luego vienen a la Argentina  para reorganizar la situación democrática en Bolivia, y tanto es así que Evo Morales es acompañado hasta la propia frontera entre la Quiaca y Villazón, por el Presidente Alberto Fernández, son dos comportamientos completamente distintos.

Entonces allí se ve una especia de maza crítica entre gobierno Argentino de Macri, Luis Almagro de OEA y el golpismo en Bolivia, que ahora hay que desbaratar con una investigación a fondo de esta nueva documentación que se acaba de conocer, donde el anterior Gobierno Argentino suministra armamento anti disturbios para afianzar la represión que hizo el golpe de estado en Bolivia y que luego se concretó con esas dos masacres de  Sacaba y Senkata  unos días después del golpe de estado.

-Por último, Teniendo en cuenta que hoy  se conmemora un nuevo aniversario del nacimiento de Juana Azurduy y también relacionándolo  con el análisis que venís trazando, ¿es posible pensar y reflotar este concepto de Patria Grande que necesitamos para poder evitar este tipo de situaciones  que nos están llevando, obviamente como vemos, a posicionamientos críticos para los pueblos o esa construcción todavía está en gestación y falta mucho para alcanzar el objetivo?.

Yo creo que estamos atravesando un nuevo momento de disputa geopolítica a nivel mundial entonces,  estos temas se tratan a escala regional no se pueden tratar a escala de un solo país. Esa es una enseñanza que tenemos que recoger del propio imperialismo. Es decir, cuando el imperialismo aplica el Plan Cóndor en la etapa de las dictaduras lo hace a escala de todo el subcontinente, no de un solo país y esta colaboración, esta articulación, que ha presidido el golpe en Bolivia, por ejemplo, de distintos países, es una revisión del Plan Cóndor. 

Esta vez no para golpes militares clásicos, sino para golpes blandos o institucionales como lo denunció el propio Canciller de Bolivia, Rogelio Mayta en los días pasados. Entonces hay que tomar la enseñanza de Juana Azurduy como un símbolo, ella formó parte del Ejército del Norte, el Ejército del Norte comandado en un principio por Belgrano, por Güemes, pero que luego deriva en el Ejército de Cuyo y en el Ejército de los Andes, para garantizar la expedición de San Martin para la liberación de Chile y Perú. Es porque ya desde ese momento estaba la visión que para liberar un país había que liberar el continente, es decir, para responder a una escala de dominación a nivel continental hay que responder también a nivel continental, eso es una enseñanza que ya la tenía San Martin, que sabía que si no era toda la Patria Grande junto con  Bolívar, no había liberación nacional posible. 

Por eso, cuando escuchaba el otro día al Presidente de Uruguay amenazar con las negociaciones a niveles individuales, yo pensaba, teniendo en cuenta los grandes actores, los grandes monopolios, los grandes ejes comerciales como China, como el eje Asiático, como el eje del capitalismo financiero: ¿Cómo va a poder hacer un solo país para afrontar los desafíos que implican ese tipo de negociaciones sino no es en contacto con un bloque de integración regional?

Por eso yo espero que esos desencuentros sean rápidamente resueltos, para reconstituir un eje de integración regional fuerte que pueda enfrentar estos desafíos a escala continental y no a escala individual de cada uno de lo países.             

 

 

12/7/2021

 

 

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