La titular de la Unión de Trabajadores de la Educación, Angélica Graciano, denunció el último lunes que existen 300 personas contagiadas de COVID-19 desde en la Ciudad de Buenos Aires desde el inicio de las clases presenciales. Al viernes había 178 docentes enfermos, a los cuales hay que añadirles personal no docente y estudiantes lo que eleva los contagiados al número mencionado.
En declaraciones a la prensa, la Secretaria General de UTE, expresó que esta situación “es mucho para las condiciones en que están las escuelas. Todos los días tenemos relatos de personas aisladas y cuando son niños pequeños la situación genera más angustia”.
Asimismo la representante de los trabajadores y trabajadoras de la educación, manifestó que los insumos para desinfectar los espacios de presencialidad en las escuelas “llegan con cuentagotas y muchas veces los tienen que suministrar las propias cooperadoras de las escuelas o los docentes con sus recursos”.
Al mismo tiempo agregó que “todo tiene que ver con la improvisación para hacer algo a las apuradas cuando se podría haber hecho de modo escalonado, con turnos bien organizados”.
En este sentido, subrayó que, “en la provincia de Buenos Aires hay una semana y una semana”, al aludir a la alternancia entre la modalidad presencial y remota de clases. Este modo de todos, todos los días, todo el horario, es algo que planteó Larreta y es de cumplimiento imposible; apostaron al enfrentamiento de la comunidad con los docentes y eso no pasó”.
Graciano indico que el sábado pasado recibieron la notificación de que le gobierno de la ciudad comenzará la vacunación para docentes, en ese orden explicó que “de unos 100.000 docentes y no docentes que hay en la Ciudad de Buenos Aires, unos 70.000 ya se habían inscripto en el portal del ministerio de Salud nacional. Con las vacunas que se habían conseguido en la paritaria para los docentes, se estaba vacunando en todas las provincias menos en la Ciudad de Buenos Aires”.
La conductora de ATE denunció que en el distrito “se habían destinado las vacunas para las prepagas” y concluyó que “una cosa es que la prepaga preste el lugar, pero la vacunación la haga el Estado, y otra es que la propia prepaga administre las vacunas, que son tan preciadas”.
9/3/2021