*Por Aníbal Torretta
Hace 50 años pasaba a la inmortalidad el conductor estratégico de América Latina, el hombre que cambio el rumbo de un País rico como les gusta decir a algunos, pero en realidad un pueblo empobrecido, sin derechos sociales, sin movilidad social ascendente , sin felicidad, un país colonial que el transformo en una patria soberna con un pueblo libre ,la verdadera libertad la que se da en comunidad.
Quiero cambiar la expresión “a 50 años de su muerte” por el de, “a cincuenta años de su vida”, enorme, fructífera y que perdura en una doctrina que aun no ha sido superada, que nace en un mundo convulsionado y, en cierto modo, con muchos actores y situaciones que se ven hoy como “parecidas a la etapa preperonista” y que vuelve a ser el camino a tomar, o a retomar.
En la etapa preperonista el país se encontraba en manos de una oligarquía, no la tecnocrática financiera, sino la agroexportadora. Hoy un modelo oligárquico financiero se hizo con el poder a partir del voto popular al que burla sistemáticamente. A nivel internacional las llamadas extremas derechas que ganan elecciones, a pesar de sus diversas versiones, generan una sensación de retroceso de una democracia endeble que no logra solucionar los problemas del pueblo.
Grandes migraciones mundiales, guerras y tensiones internacionales, intentos de golpes de estado, etc.; estas similitudes sociológicas en lo interior y en lo exterior hacen que la filosofía que fue la solución para esa época en nuestro país, me refiero a PERÓN, SU DOCTRINA Y SU GOBIERNO, SU POLÍTICA SOCIAL Y SU POLÍTICA ECONÓMICA Y DE INDUSTRIALIZACIÓN, sea hoy una luz de esperanza para la Argentina, caída en un régimen que se dice anarco capitalista y es una burda imitación del videlismo con Martínez de Hoz, de Cavallo, y sus versiones (ni siquiera se parecen a Roca a quienes emulan, ya que no tienen ni siquiera la visión conservadora del nacionalismo territorial; estos entregan todo).
¿Por qué hago este desarrollo? Porque Perón es REALIZACIÓN, y creí conveniente abordarlo desde ese lugar de FUTURO Y REALIZACIÓN (para otros abordajes muy interesantes recomiendo las notas del profesor Juan Kryskowski, el Dr. Francisco Pestana y Facundo Giampaolo, de reciente elaboración y de lectura imprescindible). Sigo: decían “Muerto el perro se acabó la rabia”. No fue así. Por lo visto, los gorilas se encargaron de dos cosas: la primera, que el peronismo se agrande con el correr del tiempo porque fue y es lo único que se aplicó con éxito en Argentina, y segundo, ellos mismos generan las condiciones objetivas que nos retrotraen a las décadas infames del preperonismo, generando que indefectiblemente VUELVA A SER EL PERONISMO LA SOLUCIÓN A LA CATASTROFE QUE ESTA COMENZANDO Y QUE DEJARÁ EL RÉGIMEN GOBERNANTE, más allá de cuál sea el desenlace del mismo.
Ahora, para volver no alcanza con ganar una elección, hay que recuperar la esencia. Algunos quisieron inventar un peronismo social de mercado, nada más ilógico que eso que se aplicó desde la versión de los ’90 y que culminó con la crisis terrible del 2001, cuando gobernaba la Alianza de la que participaban muchos que hoy integran el gobierno libertario, gobierno inoperante, servil y colonial, además de corrupto.
Posteriormente, el peronismo se hace cargo del poder: Rodríguez Saa primero, la seguidilla que termina con Duhalde y luego el triunfo de Néstor; luego Cristina comienza un repunte de derechos, recuperación de la política y regreso de acciones peronistas, que se fueron aplicando fuerte primero y más tarde quizá más tibiamente. Van apareciendo decisiones progresistas que pretendieron ser una versión original del peronismo, y no nos fue bien.
Llegó Macri y el FMI, al que nunca se suscribió Perón, endeudaron la nación por decenas de miles de millones de dólares y el retroceso social, que luego Alberto Fernández no pudo resolver más allá de tratar la pandemia con políticas acertadas. Además, en un gobierno que llega con el voto peronista se plantea social demócrata, o sea todo un berenjenal, y si algo no era Perón justamente era ser un berenjenal sin claridad ideológica doctrinaria y menos aún en cuanto a las realizaciones concretas a favor del pueblo.
Fijémonos en una sola cosa, fundamental y estratégica: ningún gobierno democrático desde 1983 a la fecha terminó con el flagelo de la ley de entidades financieras, no fueron a fondo en donde había que ir, donde hubiera ido Perón. En 1974, el 1ro de mayo, en un mundo y un país convulsionado, con fuertes presiones externas, da a conocer el modelo argentino para el proyecto nacional. No fue ni improvisado, ni falto de ideas claras, fue un modelo superador.
En situaciones con cierta similitud, el General actuaba distinto a como se actúa hoy, y no justificaba en los horrores del pasado, solo los mencionaba. Él resolvía, y siempre basado en dos cosas: LA REALIDAD Y LA DOCTRINA. Ni la idea solamente como hace el progresismo, ni solo la realidad sin doctrina como hacen los pragmáticos salvajes, ni con doctrinas foráneas, materialistas y coloniales, como hace por ejemplo el Régimen actual.
Perón hablaba en sus inicios con los muchachos de Forja. Hoy se desprecia el concepto de una política nacional y a quienes la difunden, hay un pragmatismo de toma y daca, te doy una ley que entrega la patria por el financiamiento de una obra pública; ahí no hay peronismo, eso no haría Perón. Como tampoco despreciaría la formación de sus cuadros.
No sería tibio al momento de definir una Argentina industrial, que crezca sí al abrigo de exportaciones de materias primas, pero con el control estatal, con protección del medio ambiente, el límite a la ganancia y la reinversión de los ingresos en el desarrollo de un país tecnológico e industrial, un país que sea verdaderamente dueño de su mar territorial y ríos interiores, para lo que se requiere un ejército poderoso y con sentido nacional, cercano además al pueblo.
Perón no se pelearía con todos los líderes externos, ni negociaría por afecto ideológico, sino en protección de los intereses del pueblo y de la patria, y seguro trataría de hacerlo en bloque con los países de la región, menos aún permitiendo que megaempresas sean las que negocien directamente sin intervención estatal. Aunque Perón no era como se cree un súper estatista, nada que ver.
Por eso, PARA VOLVER es menester una conducción estratégica del movimiento. El General lo plantea meses antes de morir, que debíamos avanzar hacia una conducción colegiada, que es más difícil, pero que es la correcta. Y que debe estar compuesta POR PERONISTAS. Después las alianzas electorales seguro deben ser más amplias pero con el debido cuidado de quienes la integran, ya que luego terminamos con los Cobos decidiendo por nosotros, y vaya si hoy los tenemos, basta con mirar la construcción de los consensos para la ley Bases (bases para la destrucción nacional). Traidores los hubo siempre, pero muchachos tengamos un poquito más de cuidado, un tatuaje, una simpatía, una integración partidaria, no son garantía de lealtad, muy chato todo.
No hay nada superador al peronismo: la comunidad organizada, el modelo argentino para proyecto nacional, la política de ecología humana de Francisco. No hay que seguir intentando aventuras, no hay tercer movimiento histórico, déjense de joder, está el Peronismo. Terminemos con los candidatos coucheados, empecemos con los dirigentes formados y probados en la fragua de la lucha cotidiana, terminemos con los dirigentes que tienen un peronismo vergonzante, que son versiones light de un movimiento que es revolucionario en sus resultados y en sus planteos. Somos lo que somos o no seremos absolutamente nada, o peor aún seremos otra cosa.
La conformación de la reestructuración del peronismo requiere la difusión doctrinaria, el posicionamiento político de peronistas que no hayan claudicado de los principios fundamentales y la conducción por dirigentes cuyos compromisos, que son reales y que existen en la vida política, no los limiten a tomar las decisiones que se tienen que tomar en los momentos decisivos.
En síntesis, que sean verdaderos patriotas, sin eso no hay destino y no habrá Perón en el poder, habrá Perón en el pueblo resembrándose en los barrios, fábricas, talleres, universidades, colegios, etc. Y si la dirigencia no participa en ese proceso, serán entonces esas nuevas generaciones las que tomen la conducción del Movimiento Peronista, lo que sería por parte de quienes hoy estamos en algún estamento de conducción, un desperdicio y un egoísmo porque estamos en condiciones de transmitir la experiencia vivida, pero se habrá perdido un tiempo preciado que está en manos de los y las dirigentes. No será responsabilidad de los nuevos cuadros y dirigentes la demora, sino de quienes detentando los resortes de poder, no quisieron o no pudieron seguir el camino marcado por Perón.
Perón diría de nuevo: “llevo en mis oídos la más maravillosa música que para mí es la palabra del pueblo argentino…”. Hoy el pueblo argentino nos dijo “muchachos, hagan lo que tienen que hacer”, pero en ese reclamo le entregó el poder al nuevo coloniaje de un régimen cuasi tiránico cuya legitimidad se sustenta en la complicidad de sectores de todos los partidos.
Reitero, ese retorno al coloniaje preperonista nos da la oportunidad que tuvieron los muchachos de FORJA: dar la batalla cultural, construir la reorganización política del Movimiento Nacional, encuadrar dirigentes nuevos, como los que acompañaron a Perón empujados por la sabiduría de los mayores, y definir una conducción estratégica con un primus inter pares que pueda conducir.
Perón no es maquillaje electoralista, Perón es certezas. Recordar a Perón a cincuenta años de su máximo sacrificio (volver a la patria y entregar años de vida tranquila en pos de la pacificación nacional y de legar un modelo de país, hecho que le valió su propia vida) es comprometerse, es decir la verdad que cada uno lleva en su conciencia, es militar a diario por la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria. Perón no está solo en los bustos, los cuadros, los libros.
Si quieren saber dónde está Perón, pregunten a un niño pobre qué quiere para su vida y hagan lo que ese niño les dice. Pregunten a un trabajador cómo quiere vivir y háganle caso. Pregunten a un militante de base qué quiere de sus dirigentes y escúchenlo. Perón no prometió nada y lo dio todo. Sigamos su ejemplo, porque siempre habrá quienes igual que por Evita, recojan su nombre y lo lleven como bandera a la victoria. No te quedes afuera de esa victoria, no te quedes afuera de PERÓN.
*Secretario de Organización del SITECBA; miembro del PJ Capital y referente de la Agrupación Somos Patria.
1/7/2024