*Por Redacción
La reunión de Consejo Directivo de la CGT se extendió por más de tres horas. Contrariamente a lo que sucedió durante el último encuentro, la actual fue más distendida y alcanzó el consenso. Se definió un plan táctica para encarar el futuro cercano y rechazar las medidas que impulsó Cambiemos. Ellas son los tarifazos y el proyecto de reforma laboral.
Con esta agenda la decisión fue poner en segundo plano la convocatoria al Congreso Normalizado pactado para realizarse el próximo 22 de agosto. La idea es tratar de recomponer la imagen pública y propiciar diversas acciones de resistencia que a corto plazo sirvan para construir una medida más grande e integrado. Algunos dirigentes hablaron de un posible paro general nacional. Otro fueron más cautos.
El Consejo Directivo se comunicó con la prensa por medio de un comunicado. De esta manera se evitó confrontar con preguntas incómodas que desviaran el foco de atención. La medida fue inteligente. La CGT le dio importancia a su posición respecto al tarifazo y al proyecto de reforma laboral. Lo relevante era que se los trabajadores y la sociedad en su conjunto comprendieran, sin intermediarios, especulaciones y operaciones mediáticas, su pleno rechazo a las iniciativas del Gobierno que perjudican al pueblo trabajador y a los sectores más vulnerables.
Al momento que la CGT emitió el comunicado el dolar pasaba los 23 pesos y el desequilibrio económico era el rumbo de la agenda que los medios serviles al gobierno iban a ocultar. El documento, en tal sentido, fue resultó tan lapidario como elocuente.
“El creciente nivel inflacionario, que lejos de apaciguarse hoy parece superar incluso el del año anterior, provoca el aumento desmesurado de los alimentos y productos de primera necesidad, erosiona el poder adquisitivo de los salarios y se retroalimenta con el valor de los servicios públicos”, expresó el documento del Consejo Directivo de la CGT.
En el mismo se puntualizó que “resulta imprescindible restablecer una relación permanente entre el valor de los salarios y el de los servicios públicos. La vulnerabilidad de la economía nacional, jaqueada por el alto nivel de endeudamiento externo, la falta de inversiones externas y locales, las altas tasas de interés que estimulan la especulación financiera, la innecesaria importación de bienes manufacturados y de materias primas que afectan decididamente a la industria nacional, la permanente fuga de capitales y la errática política cambiaria, tienen graves consecuencias sobre la situación social y laboral de los trabajadores”.
Párrafo seguido se agregó: “La especulación financiera nuevamente eclipsa a la producción, favorecida por tasas de interés exorbitantes e instrumentos financieros alentados desde el propio gobierno. Reiteramos la necesidad de atenuar la presión impositiva sobre los ingresos de los trabajadores”.
Para la CGT “la falta de un programa nacional de infraestructura básica, de agua potable, de servicios sanitarios, de viviendas populares, de transporte público y de seguridad ciudadana, afecta esencialmente a los trabajadores y a los sectores más vulnerables”.
“Si el programa económico del Gobierno no pone el eje en el aspecto social, no será posible revertir la desigualdad y atender las necesidades de los sectores más desprotegidos. Ante tanta incertidumbre económica y social el gobierno impulsa nuevamente reformas laborales que disminuyen las indemnizaciones por despido y socavan el orden público laboral a favor de los empresarios volviendo más desiguales la relaciones laborales” señaló la dirigencia sindical.
En tal sentido el Consejo Directivo de la CGT enfatizó que “rechazamos las modificaciones a la legislación laboral que atentan contra los derechos individuales de los trabajadores y disminuyen las indemnizaciones laborales. La Confederación General del Trabajo de la República Argentina reitera que el creciente deterioro de la situación social y laboral de los trabajadores, hace inviable la política económica”.
Por último en el documento la CGT concluyó “reclamamos enfáticamente la corrección de las políticas públicas en relación a las tarifas de todos los servicios públicos, (que afectan esencialmente a trabajadores y PYMES) el intento de modificar la legislación laboral, que se atienda con urgencia las necesidades largamente postergadas de los jubilados y los trabajadores sin trabajo, el restablecimiento de los programas sanitarios y las políticas de protección económica a la sobreviviente industria nacional”.
El humor ha cambiado también para la conducción de la CGT. Es un momento complejo. La crisis impuesta por el gobierno neoliberal acelera los tiempos de la coyuntura y la agenda se modifica con el correr de las horas. Habrá que ver día a día como se desarrolla la acción de la Central Obrera. Lo concreto que es que durante éste jueves la táctica se modificó sensiblemente. ¿Tendrá ello un correlato estratégico?