*Por Redacción
El gobierno de Cambiemos no puede sostener sus operaciones políticas, mediáticas y judiciales contra los dirigentes sindicales. El peso específico de la realidad sobrepasa a las denuncias infundadas y las máscaras caen de manera abrupta.
Pablo “Bebote” Alvarez, barra de Independiente y principal soldado en la campaña de desprestigio del Gobierno contra Hugo y Pablo Moyano, no presentó ninguna prueba de lavado de dinero y sobrefacturación contra los dirigentes sindicales, indicó hace instantes el abogado defensor de los gremialistas, Daniel Llermanos.
“Tampoco pudo explicar la mecánica de los supuestos ilícitos. Dijo que por un wathsapp que leyó su concubina tenía miedo de que le pasara algo y pidió ser admitido como testigo protegido”, explicó el letrado y añadió que “agregó recortes de diarios e hizo referencia a reportajes para certificar que fue desplazado por Moyano porque pretendía ser Presidente del club”.
Llermanos señaló, por medio de un comunicado, que Alvarez “dijo desconocer quien era Gerardo Milman, segundo de Patricia Bullrich, a pesar de que su defensor, Ruben Reznik se había desempeñado como asesor del funcionario”. En tal sentido hay que destacar que el abogado declaró en el crimen de Acro porque “Bebote” tenía en su poder un Nextel en cual figuraba su nombre.
El Barra culpó al Ministro de Seguridad de la Provincia, Cristian Ritondo y al Doctor Lugones por su detención. Para Llermanos “toda la declaración carece de relevancia porque no acompañó pruebas, reconociendo que obró por resentimiento personal contra Moyano quien rechazó permanentemente sus exigencias”.