Por Redacción
El último domingo los porteños concurrieron a las urnas para renovar la mitad de la Legislatura. Diecisiete listas compitieron por las 30 bancas en juego. El nivel de participación fue del 53 por ciento del padrón, uno de los más bajos en la historia electoral reciente de la Capital. Leandro Santoro encabezó la lista de Es Ahora Buenos Aires, que obtuvo el 27,35 por ciento de los votos y se convirtió en la fuerza con mayor cantidad de legisladores electos. En tanto, el vocero presidencial con todo el aparato a favor obtuvo el mayor porcentaje de votos con el 30 por ciento.
El gran derrotado de la jornada fue el expresidente Mauricio Macri. Su fuerza política, encabezada por Silvia Lospennato, quedó en tercer lugar con el 16 por ciento. El PRO no pudo imponerse en ningún barrio de la Ciudad de Buenos Aires lo que marcó el fin de ciclo para el macrismo en un distrito que hasta hace dos años le era a fin. Gran parte de los votos de esta extracción política se fugaron hacia Adorni.
En tanto, el peronismo que acompañó a Santoro, mejoró su elección y se consolidó en lo barrios populares del Sur de la Ciudad. En la legislatura tendrá la mayor cantidad de legisladores, sin embargo esto no le alcanza para ser mayoría absoluta. De este modo, Es Ahora Buenos Aires ratificó que el peronismo está en condiciones de dar batalla en un distrito que le es históricamente adverso.
La Libertad Avanza no logró mejorar su performance de 2023. Por el contrario, a pesar de haber obtenido el primer lugar en las elecciones, perdió cerca de 100 mil votos. El fuerte ausentismo evidenció el malestar social con el conjunto de la dirigencia política pero ante todo ratificó lo ocurrido en fin de semana pasado en distintas provincias. El descontento con el gobierno de Milei creció a pesar de que los libertarios traten de instalar lo contrario.
La Ciudad de Buenos Aires cambió de conducción política pero no trastocó lo postulados históricos. En ese contexto, la elección de Santoro se destacó no solo por el resultado en votos, sino por haber sido la fuerza que más bancas incorporará. La estructura peronista porteña, muchas veces relegada, mostró capacidad de consolidación en el escenario local, mientras el oficialismo libertario no logró traducir su caudal electoral en una mayoría legislativa.
Por otro lado, ninguna de las otras expresiones logró acceder a una banca. Principios y Valores, con Alejandro Kim, y Seamos Libres, con Juan Manuel Abal Medina, obtuvieron resultados marginales.Las listas de izquierda y las opciones de la derecha tradicional quedaron en los últimos lugares, aunque conservarán presencia parlamentaria.
La baja participación replicó lo ocurrido en las elecciones provinciales de Salta, Chaco, San Luis y Jujuy. En la Ciudad de Buenos Aires, el nivel de apatía recordó los niveles de desmovilización política registrados en 2001. No hubo manifestaciones, cacerolazos ni maniobras para evitar sanciones por no votar. Hubo ausencia masiva.
En ese contexto, la elección de Santoro se destacó no solo por el resultado en votos, sino por haber sido la fuerza que más bancas incorporará. La estructura peronista porteña, muchas veces relegada, mostró capacidad de consolidación en el escenario local, mientras el oficialismo libertario no logró traducir su caudal electoral en una mayoría legislativa.
El mapa político de la Ciudad quedó dividido, pero con señales claras. La primera: la mayoría del electorado decidió no participar. La segunda: el peronismo porteño obtuvo un resultado competitivo. La tercera: el oficialismo nacional no logró ampliar su representación, a pesar de haber sido la lista más votada.
19/5/2025
