Por Redacción
Mariano Moreno, secretario general del Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y de Cabotaje Marítimo, sostuvo que la crisis climática y ambiental impacta de lleno sobre las condiciones laborales en la Hidrovía Paraguay–Paraná. En el marco de la presentación del Informe Anual sobre Cambio Climático 2025, elaborado por Sustentabilidad Sin Fronteras, el dirigente sindical denunció que las transformaciones del ecosistema hídrico agudizan la precarización del empleo y amplían las desigualdades en el trabajo.
En tal sentido, señaló que “las alteraciones en los regímenes hídricos naturales exacerbadas por el calentamiento global y la degradación ambiental, reconfiguran las condiciones laborales en la hidrovía, precarizando empleos, debilitando derechos y amplificando desigualdades”. Del mismo modo, sostuvo que “la crisis socioambiental de la hidrovía debe ser abordada desde una perspectiva que articule derecho del trabajo, justicia ecológica y economía política”.
El informe describe cómo el deterioro ambiental beneficia a ciertos sectores que apuestan a la expansión del transporte terrestre y ferroviario, y empujan a los trabajadores a desplazarse hacia sectores agrícolas o comerciales. El sindicalista aseguró que “la transformación ambiental provoca cambios irreversibles en la estructura del empleo y genera una reconfiguración de los mercados laborales que afecta la estabilidad económica de la región”.
Moreno subrayó que el impacto no se distribuye de forma equitativa: “La crisis ambiental agudiza las desigualdades preexistentes e impone una barrera estructural para cualquier intento de transición justa, en la que las poblaciones afectadas tengan derecho a una reubicación laboral digna y acorde con las transformaciones económicas impuestas por la crisis climática”. Y agregó que “si bien es cierto que los modelos productivos tradicionales han generado empleo en la región, también han producido una explotación intensiva del ecosistema fluvial”.
Moreno resaltó que las iniciativas propuestas hasta ahora priorizaron intereses empresariales sin atender los efectos sobre la vida y el trabajo de quienes habitan la región. Al respecto expresó que “la propuesta empresarial de profundizar más el dragado representa un error grosero y una acción sumamente irresponsable. Los barcos deben adaptarse al río y no al revés”.
Asimismo, indicó que este enfoque favorece a buques de mayor porte en desmedro de las condiciones de quienes trabajan en la hidrovía y sectores asociados como portuarios, astilleros, armadores, pequeñas industrias y trabajadores de servicios vinculados.
“Se deben diseñar políticas de transición que contemplen programas de formación y reconversión laboral”, planteó Moreno. En esa línea, reclamó medidas de protección para los trabajadores afectados: “La construcción de una transición ecológica justa no puede basarse en la exclusión de aquellos cuyo trabajo ha sido esencial para sostener la economía regional, sino en un modelo que garantice oportunidades equitativas para todos los sectores involucrados”.
Moreno enumeró algunos de los efectos ya visibles del cambio climático sobre la hidrovía y el empleo: mayor variabilidad en los niveles del río, pérdida de estabilidad laboral, migración de trabajadores, aumento de costos logísticos, deterioro de los ecosistemas y mayor volumen de transporte en camiones con la consiguiente suba de emisiones contaminantes.
Moreno subrayó que en este marco “los sindicatos deben asumir un papel proactivo para evitar que la transición hacia una economía más sostenible se traduzca en una mayor precarización laboral”. Por último enfatizó: “El futuro del empleo en todas las regiones afectadas por la crisis climática, dependerá de nuestra capacidad de construir colectivamente un modelo productivo que respete los límites del planeta sin sacrificar los derechos de quienes trabajan y dependen de estos ecosistemas”.
13/5/2025
