Por Redacción
En el segundo día del Cónclave, los 133 cardenales con derecho a voto no alcanzaron un acuerdo para designar al nuevo Papa. A las 11.51, hora de Roma, una nueva fumata negra emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que las dos votaciones celebradas durante la mañana no arrojaron el nombre del sucesor de Pedro.
La Plaza San Pedro volvió a colmarse de fieles, aunque en menor número que anoche, con cerca de 15.000 personas siguiendo el ritual con teléfonos móviles en alto y ojos fijos en el cielo. La jornada comenzó temprano. Los purpurados participaron de la Misa y las Laudes en la Capilla Paulina. Luego, se trasladaron a la Sixtina para rezar la Hora Media y proceder a las dos votaciones matutinas.
El almuerzo tuvo lugar en la Casa Santa Marta, donde se hospeda el colegio cardenalicio. Para las 15.45 estaba programado el regreso al Palacio Apostólico, con un nuevo ingreso a la Sixtina previsto para las 16.30. Allí se desarrollarían otras dos rondas de votación durante la tarde.
En los alrededores de la plaza, turistas, fieles y curiosos convivieron con los cronistas enviados por medios de todo el mundo. Muchos de ellos seguían la transmisión en pantallas instaladas en el perímetro, otros intentaban conseguir algún indicio entre las declaraciones de expertos o voceros no oficiales.
A pesar del ritmo sostenido de votaciones, el Cónclave todavía podría resolverse dentro de los llamados procesos breves. Tanto Benedicto XVI como Francisco fueron elegidos al atardecer del segundo día, en la cuarta y quinta votación, respectivamente. Sin embargo, el doble rechazo de ayer y hoy aleja cualquier posibilidad de un desenlace inmediato.
8/5/2025
